Algo prestado, algo azul

No tendré más con quien pelear los domingos por la mañana. Ni con quien ver Dr. House. Ni películas los fines de semana, mientras estamos desparramadas en la sala. Ni con quien llegar de ir de compras y probarnos todo mientras buscamos la aprobación materna. Ni con quien quejarme en las noches después del trabajo.

Pero es algo bueno. Mucho.

Mi hermana se casó el sábado. Y todo resultó como lo esperábamos, en una Iglesia preciosa, con la familia y los amigos sonrientes. Su música favorita la tocaron en la misa. Hasta el clima mejoró y no llovió, estuvimos en suspenso e histeria la semana pasada, ¿para qué hacer la recepción en un jardín sí van a tener que encarparlo por la lluvia?. Sería como la canción de Alanis "It´s like rain in your wedding day". Afortunadamente no sucedió. Le regalé a mi hermana mi canción, aunque ella no lo sabe. Es parte del soundtrack de Cinema Paradiso: "looking for you", composición del genial Ennio Morricone. Ése fue su primer baile.



Antes, tener reunida a mi familia me abrumaba. Ahora comienzo a reconocer similitudes que me ayudan a entender de donde vengo. Los gestos, los movimientos, los ademanes, el cáracter, la historia familiar que compartimos.

Hubo momentos de tristeza. A mi hermana se le quebró la voz cuando en su "discurso" de agradecimiento recordó al padre de su novio, quien murió hace siete años, ambos se tenían un gran cariño. Mi tía Eve lloró al ver vestida de novia a mi hermana, pues es la que más se parece a mi prima Gabriela, su hija mayor, quien murió hace diez años, muy joven, de leucemia. Mi prima Angélica y yo lloramos porque mi tía Sandra no estaba ahí y nunca más lo estará. Creo que son demasiadas despedidas las que hemos sufrido en mi familia, tal vez es lo que produce tanta carga nostálgica.

Bailé muchísimo, como no lo hacía hace meses. Disfruté hartamente ver a mi hermana radiantemente feliz, junto al hombre que ha amado desde hace tanto tiempo, y con quien seguramente envejecerá. Mi familia es así, mis hermanas tuvieron el perfecto noviazgo y tienen el perfecto matrimonio. Obviamente siempre hay una exepción a la regla, en este caso soy yo.

Sobra decir que es la última vez que diré "se casa mi hermana", y que es lo más cerca que estaré de ser la protagonista de un evento similar. Me quedó clarísimo cuando en la Iglesia, la lectura del evangelio proclamaba la unión indisoluble de los cóyuges, y los apóstoles cuestionaban a Jesús la dificultad de poder ser fieles toda la vida:"les dijo: 'No todos comprenden esta enseñanza, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido. Pues hay hombres que, desde su nacimiento, son incapaces para el matrimonio; otros han sido mutilados por los hombres, y hay otros que han renunciado al matrimonio por el Reino de los cielos. Que lo comprenda aquel que pueda comprenderlo'." Soy de esos incapaces...¿o seré de los mutilados?. Siempre pensé que para la religión católica era una obligación casarse, y formar una familia y bla bla, es un alivio darme cuenta de que como siempre, la iglesia tergiversa la biblia a su antojo y Chuchito no marginó a nadie. Ni a alguien como yo.