miércoles, 25 de marzo de 2009

D.F. Blues (o de cuando la gente se proyecta con un libro)

Tokio Blues. Me lo regalaron en mi cumpleaños y lo he leído dos veces. La primera vez me deprimió, me recordó a Mario, quien justamente hoy cumpliría 29 años. Yo prefiero acordarme de él en sus cumpleaños que cuando llega el aniversario luctuoso. En las primeras páginas del libro, Watannabe (el protagonista) pierde a su mejor amigo de la preparatoria cuando éste se suicida.

Por otro lado, tiendo a proyectarme mucho con las historias, personajes, anécdotas, del cine, la literatura, la televisión (¿alguien no?). Hoy que estaba leyendo el libro, me encontré con una situación similar a lo que me ha pasado últimamente.

"A las tres y media me dijo que tenía que irse, que había quedado con su hermana en Ginza. Los dos caminamos hasta la estación del metro y allí nos despedimos. En el instante de separarnos, ella me introdujo una hoja de papel doblada en cuatro en el bolsillo del abrigo. Me dijo que la leyera al regresar a casa. La leí en el tren.

'Te esto escribiendo esta carta aprovechando que has ido a comprar unas Coca Colas. Es la primera vez en mi vida que le escribo una carta a alguien que está sentado en un banco a mi lado. Pero es la única manera que he encontrado para comunicarme contigo. Por que apenas escuchas lo que digo, ¿no es cierto?

Hoy me has hecho algo terrible. No te has dado cuenta siquiera de que he cambiado de peinado, ¿verdad? Después del tiempo que he tardado en dejarme crecer el cabello, a finales de la semana pasada por fin logré hacerme un peinado más o menos femenino. Pero tú no te has dado cuenta. Y yo que pensaba que estaba bastante mona y que, después de estar tanto tiempo sin vernos, te sorprenderías...pero no te has fijado. Esto es el colmo, ¿no crees? Quizá no recuerdes que ropa llevaba puesta. Yo soy una chica. Por más cosas que tengas en la cabeza, ¡podrías prestarme un poco de atención! Hubiera bastado una frase del estilo "Te sienta bien este peinado"

Por eso te he dicho una mentira. No es cierto que haya quedado con mi hermana en Ginza. Hoy pensaba pasar la noche en tu casa. Dentro del bolso llevo la pijama y el cepillo de dientes ¡Ja Ja Ja! Parezco idiota. Si no me has invitado...En fin, te importo un rábano, y por lo visto quieres estar solo, así que te dejaré en paz. Quémate las cejas pensando lo que te dé la gana.

No creas que estoy enfadada contigo. Sólo estoy muy triste. Porque tu has sido muy amable conmigo y yo no he sabido ayudarte. Tú siempre estás encerrado en tu propio mundo cuando llamo a la puerta, "toc, toc", te limitas a volver la cabeza antes de encerrarte.
Ahora te acercas con las coca colas. Parece que tienes la cabeza en las nubes. He deseado que tropezaras, pero no te has caido.
Ahora acabas de sentarte a mi lado, te está bebiendo la Coca Cola a sorbos. Deseaba que al volver hubieras caído en cuenta y me dijeras: "¡Anda, pero si te has cambiado el peinado!". Pero no ha habido suerte. Si te hubieras fijado, habría roto esta carta y hubiera dicho "vámonos a tu casa. Te haré una buena cena. Y luego nos iremos a la cama los dos muy juntitos.". Pero eres tan insensible como una plancha de hierro.


Adiós.

P.D. A partir de ahora, aunque me veas en clase, haz el favor de no dirigirme la palabra.'

La llamé por teléfono desde la estación de Kichijoji, pero no respondió nadie. Cuando fui a hacer la compra para la cena, volví a telefonear a Midori. Contestó su hermana y me dijo que Midori todavía no había vuelto y que no sabía cuando regresaría.

...

La en la clase del miércoles. Vestía un jersey del color de la artemisa y las gafas obscuras que acostumbra llevar en verano. Estaba sentada en la última fila, hablando con una chica bajita con gafas que había visto antes. Me acerqué y le dije que, después de clase, quería hablar con ella. Efectivamente el peinado de Midori era mucho más femenino que tiempo atrás.

-He quedado.- Negó con la cabeza.
-No te entretendré mucho. Sólo serán cinco minutos- dije.
Midori se quitó las gafas y entornó los ojos. Parecía estar mirando una casa en ruinas a cien metros de distancia.
-No quiero hablar contigo. Lo siento.
La chica de las gafas me miró como diciendo: "No quiere hablar contigo, lo siente".

Me senté en el extremo derecho de la primera fila, atendí a las explicaciones del profesor (generalidades sobre la obra de Tenneesse Williams y su importancia en la literatura americana), y una vez que terminó la clase, conté despacio hasta tres y volví hacia atrás. Pero Midori ya había desaparecido.

Sin duda, abril es el peor mes para estar solo. En abril, a mi alrededor todo el mundo parecía feliz. La gente se quitaba los abrigos y charlaba en los rincones soleados, jugaba a la pelota, se enamoraba. Yo estaba completamente solo. Naoko, Midori, Nagasawa: todos se habían alejado de mí."

13 comentarios:

AndreaLP dijo...

Siempre me pasa: leo una historia y me proyecto en ella!! No todo, no en todas las circunstancias, pero sí. Creo que es un mal generalizado.

Fer V dijo...

Aunque no la única, debe ser una de las mejores formas de disfrutar de una historia, proyectarse en un personaje y secuestrarlo, para tomar su lugar.

¡Ah! Y si, estaba a punto de mencionarlo, pero no había tenido oportunidad, ¡el nuevo corte de cabello te vá muy bien! *Jeje* ;)



¡Sonríe!

La Rumu dijo...

Ese libro es harto bueno y melancólico. Nada mejor para disfrutarlo (y de paso no olvidarlo) que un estado anímico similar. Me gustó la parte en la que explica por qué los domingos no se da cuerda.

GERMÁN DIEGO dijo...

Abril no tiene por que ser necesariamente malo, estoy solo y me vale yo disfruto siempre y me vale, jejeje
en fin, todo es para bien.

Saludos.

mob tomas dijo...

Vaya, creo que trataré de conseguir ese libro. Esa es una de las suertes de navegar por blogs, a veces se encuentra uno buenas recomendaciones y cosas muy interesantes.

Emilio M O dijo...

En una caja de galletas hay muchas clases distintas de galletas. Algunas te gustan y otras no. Al principio te comes las que te gustan, y al final sólo quedan las que no te gustan. Pues yo, cuando lo estoy pasando mal, siempre pienso: “Tengo que acabar con esto cuanto antes y ya vendrán tiempos mejores. Porque la vida es como una caja de galletas"

Salu2, un abrazo

Exenio dijo...

... y mayo, junio, julio, agosto, octubre, enero, febrero, septiembre, diciembre, noviembre...


Chale...

Eric Uribares dijo...

ahhhhh
yo estoy empezando a leerlo¡¡¡

Lilián dijo...

Ahora yo también quiero leerlo :)

Invierno Funk dijo...

hola de efe!
siempre he querido leer a murakami...

empezare por por fin comprar el libro, creo que necesitaba esa probadita que pusiste...

gracias =D

estuvo padre lo de tu aventura en el mar

cuidate
saludos

Anónimo dijo...

sí maldito libro, todos los insensibles como watanabe merecen estar solos y ver pasar el otoño y el invierno y deprimirse hasta darse cuenta de lo egoístas y estúpidos que son!!!!!

(perdón, es que tokio me queda aquí arribita. ¿existe brisbane blues?)

Profana dijo...

Me ha dejado una buena expectativa los párrafos que has puesto. Yo también suelo proyectarme en libros o pelis!

Va pa la fila de libros "must read"!

bluseemos, pues!

Saludos

Débora Hadaza dijo...

yo sé que no te importa mucho lo q pueda decir yo, pero de los post que te he leído me ha gustado este mucho, ya se que transcribiste del libro, pero tuviste la paciencia y el deseo de compartir con nosotros eso que causó algo... gracias por eso, suena bien el libro. hasta luego