viernes, 5 de marzo de 2010

Sin halagos es mejor.

"¡Pero qué bonita niña!". Responder a eso es fácil a los cuatro años, dices 'gracias', bajas la cabeza tímidamente y te echas a correr con tus primos. O no dices nada y sólo sonríes mostrando una mueca infantil bastante tétrica pero que las tías y fotógrafos de estudio adoran. Si haces esto último, con certeza volverán a decir que eres bella, o avispada, o armónica o que los bonitos ojos que tienes debajo de esas dos cejas son iguales a los de papá.

Siento que nunca he podido reaccionar satisfactoriamente cuando me chulean. Si contesto con un gracias, me sonrojo y colorada ya no sé qué hacer. Se me ocurre responder con un cumplido. Es lo peor. Pocas cosas pueden parecer más forzadas (aunque no lo son del todo, vamos, si contesto un 'tu corte de cabello también está chingón, es muy probable que sea cierto) que responder a un halago con otro. Pero si no digo nada me siento como si cometiera una grosería fatal. Debería existir un manual "Qué hacer o qué no hacer cuando la halagan".

También se cree que el aplauso es condicionado. Alguien que quiere quedar bien, ganar confianza, se busca la amistad inmediata. Yo prefiero evitar a la gente que me adula demasiado de buenas a primeras, sobre todo en un sentido estético. Y si es hombre aún más.

Está tan devaluado el correcto sentir de las cosas. Si escribo un "me siento fea", parece que la reacción elocuente o lo que estoy buscando es "pero si eres muy bonita" y pues no. No y no y no. Déjame revolcarme en mi frustración, carajo, maldita época del porrismo superacional. Nada como aceptar las carencias sin lamentos ni congojas. No debería ser triste ser feo. Es fortuito. La belleza, además, depende mucho de donde estés parado: en un lugar soy la más fea del grupo, en otro soy la más llamativa, en otro la más delgada, en otro la más fofa, en otro... depende del espectador.

Prefiero mantenerme prudente ante los aplausos porque aceptar tan fácilmente una loa deriva en terribles actos de estupidez ególatra. Sin embargo existen los ingenuos o soberbios -peligrosa pareja para la calidad- que no optan por tal opción. Se toman demasiado en serio sus cualidades y las subliman hasta la ridiculez. Está sobrevalorada la sobrevaloración de las capacidades: basta darse una vuelta por librerías, salas de arte, cines, están pletóricas de prosa barata, guiones mediocres, actuaciones paupérrimas, música vulgar. Más triste es el ridículo endiosado del petulante que el fracaso genuino del humilde.

No todos los pasatiempos son explotables. Por ejemplo, a veces escribo cuentos, o hago ilustraciones. Me divierto, pongo a trabajar la creatividad que por lo general está al servicio de los deseos de un cliente atolondrado, descubro cosas nuevas de mí, saco corajes que traigo atorados en la psique. Pero eso no me obliga a enseñárselos a nadie ni a jactarme de ser buena en eso. No lo soy y no tiene absolutamente nada de pernicioso. Lo hago para mí, no necesito aplausos o repudios. No me emociona la idea de ser reconocida o resultar un diamante en bruto que al ser pulido iluminará el arte mexicano -qué absurda presunción-. Siento que el artista o creador que busca tales fines no es más que una diva, aspiración idéntica a la de una estrella pop. Y ya hay suficiente plástico en el mundo.

¿Es entonces la trascendencia tan importante? ¿La buscamos para estar en el centro de un escenario y ser admirados, envidiados, aplaudidos? ¿En eso se ha transformado el arte, la estética, en una puta de la popularidad?.

En otro lugar están los genios desconocidos, quienes ante esta hoguera de las vanidades prefieren esconderse. Y entre más se les conmine a "salir del clóset de la ignominia", más se les festejen las capacidades, ellos menos convencidos estarán de exhibirse. No lo hacen porque saben lo anterior, no quieren mezclarse con el vulgo drogado con lisonjas. Cada adulación los abruma. No es lo que buscan.

lunes, 15 de febrero de 2010

AMISTAD (o las segundas partes nunca han sido buenas)

Acabo de llagar de un baby shower. Otro de mis amigos va a ser papá, sí OTRO. Así que el hecho de que tal reunión se organizara justamente el 14 de febrero me hizo olvidar todo el día la emotiva festividad que tantos odios -embarazos, ETS- acarrea.

Llego a casa, me siento extraña. De buen humor pero... blah, es de esa clase de emociones difíciles de explicar y que la forma más elocuente que encuentro es decir cómo NO me sentía: contenta. Entonces vengo al blog y busco qué escribí hace dos años acerca de tan condenado día. Oh, todo es tan distinto hoy. ¿Es triste? ¿previsible? ¿natural?. Mientras lo releo me llama la protagonista de ese post. "No puedo ir a comer contigo mañana, es que es cumpleaños de mi jefa y vamos a ir con ella". Le contesto que no hay problema, que otro día será, pero en realidad ya no me interesa mucho. Desde diciembre se ha postergado tal encuentro. "Es que justo hoy quedé de ir a comprar los regalos de Navidad con mis compañeros de trabajo al centro comercial". "Es que...". Pff. Sniff.

En la parte inferior del post escribí los nombres de todos mis amigos con tipografía blanca (como secretito, ji ji). Hoy los reviso y... úchalas, ya no son los que eran. Muchos de ellos me representan sólo un manchón de tinta -y encima, "tinta BLANCA"-, una cara conocida, anécdotas blureadas. Otros ya ni siquiera deberían estar en dicha lista. No lo digo por aquellos que dado el acomodo cronológico merecen el lugar aunque ya no sepa mucho de sus vidas.

Bueno, está bien, el chisme.

A mis amigos de la secundaria es perfectamente normal que ya no los vea. Uno vive en provincia -ni siquiera recuerdo el lugar- otro es un médico atormentado y quejicas, que a pesar de vivir en el De éfe nunca se ha dejado ver -por nadie- "es que la clínica, es que la clínica", a los demás les perdí la pista. Una de ellas me mandó un interesante mail hace unas semanas, el título "Noticias de Fulanita". Me cuenta que de momento está en Oaxaca -ah, ella también es médico-, sufre porque no está cerca de su esposo -se casó a los 22-, me habla de su hermano menor en Europa, sus planes hijísticos a futuro. Aprecié que me mandara el mail, sobre todo porque me dijo también que casi no entra a internet. Lo que me sacó de onda es un "te quiero" al final. Aún no le he contestado. ¿Qué le digo en seis líneas a alguien cuya última vez que vi fue hace casi 5 años en su boda?

De ahí en adelante mis amigos tienen mayor presencia en mi vida. Pero "el camino nos lleva por senderos diferentes" y todo vale madres. Yo a veces le saco a ir con mis amigos de la prepa-universidad pooooorqueeeeee:

Hay un desfile de triunfos y pláticas donde todo es perfección, como si los años de convivencia y confianza se hubieran tirado al caño. La puritita medición del éxito. Sé que aunque me estuviera quedando sin un quinto, tuviera gangrenada una pierna y mi gata hubiese orinado encima de mí -y en la gangrena-, no se los diría en esas tertulias. JAMÁS. Y tal vez de ninguna otra forma.

Y es horrendo, absurdo, que a muchos de ellos ese cambio de actitud, mentalidad o cómo quiera llamarlo lo achaque a su estatus marital-sentimental (justo como a la protagonista de aquel post). Y no, no hablo desde ningún tipo de envidia. Está comprobadísimo que las parejas tienen menos tiempo para... lo que sea. Los solteros movemos al mundo. Bueno, NO. Pero tenemos más tiempo para salir, conocer, viajar. *Disponibilidad*. Por eso cuando conozco a alguien casado-aparejado que puede salir sin su látigo, que cuando platica de su vida puede DESLIGARLA de la vida de pareja, quisiera ponerme de pie y aplaudir la independencia maravillosa de una relación sana y sin apegos psicópatas y miserables. Sobre todo, y lo digo con tristeza ya que soy idealista, porque la mayoría de las parejas que conozco son producto de:

A)Solo con mi soledad.- entiéndase, mi desesperación es tal, que ando con él/ella porque dos días conmigo/a mismo/a son insufribles. Efecto secundario 1: suicidas potenciales si la relación termina. Efecto secundario 2: léase el inciso C.

B)Soy emocionalmente débil.- tradúzcase como: Necesito a alguien con quien pueda estar constantemente quejándome, llorando, platicando, mi apoyo moral, emocional, espiritual, PERO EN EXCESO. "Ay, amor". Mi receptáculo más fiel de quejas, miedos y frustraciones. Síndrome de princesa en la torre (r-e-s-c-á-t-a-m-e). Yo perdí a dos amigas así.

C)Estaba borracho/a y en una fiesta.- A este le llamo "No sé cómo llegué aquí". Es cuando un atarantado/a termina enredado/a en una relación sin saber cómo. "Les juro por dios que nunca voy a andar con él/ella, nomás es un free". Yo les digo semanas después: "parece que él/ella fue más listo/a". Los efectos secundarios de este inciso son un tanto crueles. Nunca saben cómo salir de ahí tampoco.

D)La tarjeta de crédito.- Ps el puritito interés, -cualquier interés aplica-. Este es peligroso, se disfraza de un enamoramiento intenso. No confundir la natural admiración con "te voy a usar como muleta/banco/escalera/trofeo". Y menciono la admiración porque la creo ingrediente esencial para eso del amorcillo.

E) Hormona mata TODO. "Es que no puedo dejar de coger". Agréguense subincisos como: E.1.-Nadie más quiere coger conmigo E.2.-No he cogido con nadie más en la vida y ya me acomodé aquí E.3.- De verdad no puedo dejar de coger y mis free's no me alcanzan (y esta pareja es la única que se hace de la vista gorda).

También están los novios bonitos y esas historias lindas que son menos tarugas y poco criticables. Por eso a veces me pregunto qué tan válido (o difícil) es encontrar a "esa persona especial" y echarlo todo por la borda, cambiar tu mundo completamente y compartir la vida cuasiexclusivamente con ella. Sólo se me ocurre que debe ser alguien maravilloso, indescriptible, la GRAN conexión, el zoquete del que no te aburrirías nunca aún cuando ya no se es víctima adicta de oxitocina (o cualquier hormona relacionada). Pero igual y son figuraciones mías, además de que estadísticamente es poco probable -pero no imposible-. Pero y yo qué sé -pero a lo mejor creo sí lo sé-. ¿Pero y si no? -¿pero y si sí?-.

-(Debería crear una nueva etiqueta que diga "Uso el blog para quejarme a lo güey", ah, no, para eso era.)-

Entonces les digo: Bienaventurados aquellos que conservan a sus amigos y no se absorben en la relación parejil dejando todo de lado, porque de ellos será el reino de los sensatos.

A manera de epílogo:

Los amigos que han llegado a mi vida últimamente son distintos. A ellos no me une el fortuito grupo escolar o la ubicación de vivienda. Llegaron por coincidencia de ideas y proyectos. Porque compartimos algo más que las anécdotas de la escuela o la oficina.

sábado, 30 de enero de 2010

Inicios

El primer día de clases. El primer beso. El primer día en un trabajo nuevo. El primer vuelo en un avión. Las primeras veces son promesas. Las promesas, esperanza.

El inicio de cualquier cosa en la vida supone emoción, energía, ímpetu. Es el uniforme reluciente, la puntualidad, la simpatía desbordante, el nerviosismo magnífico -al que yo suelo llamar 'miedo bonito'-. Todos queremos dar lo mejor de nosotros mismos. Es que "la primera impresión nunca se olvida". Me gusta ver como inicia la gente. Por ejemplo muchas parejas mediocres. Las primeras pláticas y citas de estos personajes están plagadas de ideas chispeantes, bromas acertadas y discursos donde tratan de esconder al máximo sus manías o pasados cuestionables. Me gusta ver cómo se disfrazan, cómo pretenden durante esos pocos días, semanas o inclusive meses, ser el ideal encarnado del zoquete a conquistar. Pasada la primera etapa de ensueño, todo regresa a la normalidad. No es TAN encantador(a), no es TAN aventurero(a), no es TAN amoroso(a), es m-e-n-t-i-r-o-s-o (a). "Debimos quedarnos sólo con el principio, para qué lo hemos traído hasta aquí".

El curso natural de la vida supone cambios. Las parejas chingonas también tienden a separarse, aunque por razones menos hipócritas que un actor que se ha fatigado de la obra. Simplemente dejan de ser, no se maquillaron a la hora de conocerse. El "click" fue auténtico y no forzado. El entusiasmo se diluye paulatinamente, como la pintura en la fachada de la casa de una ciudad costera cuyo desgaste sólo se nota a través de los años. Cuando todo haya pasado, la memoria les traerá el retrato de esos días donde todo era felicidad y será sólo por esos momentos primigenios que sentirán nostalgia recordándose mutuamente. El final y el tedio serán reducidos casi a sílabas (o palabras altisonantes) en comparación con el vademécum y tratados resultantes de aquellos instantes donde surgió el amor.

-Quisiera siempre recordarte sólo como en el principio, no en el acabose. Hasta connotación peyorativa tiene "acabose" -le dió el acabóse-, sinónimo dominguero de "está que se lo lleva la chingada, pobre pendejo no sabe ni dónde terminar con su miserable existir".-

Lo mismo pasa con los propósitos de año nuevo. El energético arranque disminuye, fastidia, aburre y se convierte en un pusilánime ensayo que termina, si bien nos va, en el mes de marzo.

Por primera vez en mi vida estoy haciendo todo aquello que me propuse. Ni yo lo puedo creer. Y a sabiendas de que talvez baje la guardia y todo este entusiasmo que raya en lo ridículo me colme de fastidio o derive en un absurdo, quiero proponerme un "no me importa". Eso no me detendrá, el miedo al fatídico final no me detendrá esta vez. -Escribo con tanta determinación que siento que soy otra-. En el pasado hablé de la pérdida de la esperanza, y hoy recurrí a ella al inicio de estas líneas.

He dado ya los primeros pasos. Fanfarrias.

Este mes ha sido uno de los mejores-mejores-mejores eneros que he vivido (a veces tanta positividad me aturde. Tanta buenaondez de la vida me espanta. Pienso que hay una cuenta que pagar y no me vayan a pasar factura con un cáncer en mi pobre e inocente páncreas en mayo. Pero entonces recuerdo aquellos tiempos apestosos -obviedad, estaban llenos de mierda- y prefiero pensar que es hora de disfrutar un poquitín).

Post dedidado a la memoria de mi jocoso y muy extrañado abuelo, acaecido exactamente hace 365 días, él me quería ver feliz y carcajeante siempre, "¡Ah cómo das lata con tus caras largas!".

jueves, 31 de diciembre de 2009

Instantes

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto
toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Oscar Wilde


Es la primera vez en muchos años que el recordar un año me saca casi exclusivamente sonrisas. También es la primera vez (en ya tres 31 de diciembre), que releer algunos post escritos aquí es tan significativo. Hace un año justamente imploraba que el 2009 fuera el año del cambio, de ya no estar en el mismo lugar. Y ya no lo estoy, a pesar de que esté redactando esto en la misma recámara que he ocupado por diez años. A partir de este año logré deshacerme de un lastre que me había tenido en la más pasmosa depresión. No existía un día ordinario en el que me sientiera plenamente feliz. El inconveniente deriva hoy en que percibo como el protagonista de "El bulto" con todo ese tiempo dormida y al despertar todos a mi alrederdor están cambiados y con vidas muy distintas. Tal vez en eso radique que no me sienta en la misma sintonía que mis amigos de la universidad o la preparatoria. Ver sus relaciones de ñores y las rutinas de oficinistos adultos-contemporáneos me trauma. Chavos, tienen la década siguiente para tales protocolos y aburriciones. Yo no vuelvo a desperdiciar un día en introspecciones sin sentido y flagelaciones innecesarias.

El año en el que siento que he vuelto a ser quien soy. El año de la libertad.

No todo es brillante y positivo. Todavia siento un malsano coraje hacia mi persona por los años desperdiciados estúpidamente -acciones estúpidas, desiciones estúpidas, motivaciones estúpidas-, espero que se diluya en 2010.

Este año me enfrenté a un reto profesional que me parecía imponente. Era mi Goliath. Hoy puedo decir: "¡Prueba superada!" y lo digo con la bocota llena de seguridad y orgullo.

Me llevo mejor con mis papás y he platicado con ellos más que en otros tiempos. Entré en la conciencia de que un día ya no estarán, y cuando llegue ese momento no quiero sentir que no estuve lo suficiente con ellos. Son los amores de mi vida, a pesar de que tenemos ideas diametralmente opuestas.

Salí de mi zona de comfort de todas las formas en que pueda interpretarse. Lo que sigue es sacudirme el miedo que prevalece ante el horizonte de lo desconocido.

INSTANTES DE 2009
-en estricto azar-

Tomo nota. Recibo correos. Llamadas. -No la chinguen, yo no puedo hacer esto-. Una noche de marzo platico con un amigo y decido regresar en mis pasos, no correr riesgos. Horas más tarde alguien me habla en el messenger y sin muchas palabras me convence de que puedo. Se puede. Se pudo.


Un Aurrerá. Estoy tan nerviosa que no puedo abrir un refrigerador... busco la manija entre las visagras. Él lo hace por mí y se burla de mi torpeza. Suena una música cumbianchera y bailamos en la fila de la caja, ahora yo me burlo de su torpeza. La cajera nos ve con desaprobación y envida, estamos tomados de la mano y nos besamos. Compramos botellas de agua, chicles. Hablamos de un viaje. Bueno, dos. Luego viene el beso perfecto. No hay pasado, tal vez tampoco futuro. No hay rencores, ni dobles mensajes, ni dudas. Hay certezas. Pero aunque breves, son las mejores que he vivido.

Salgo de mi casa. Veo el celular, sé que aunque le avisé no me llamará para ir al evento festivo de esta noche. Ya era mucho de ser cuasi inseparables. Le llamo a la festejada y le pregunto cómo llegar "Apúuuurateeeee", me dice con su dulcísima voz. Tomo un taxi y voy tarareando una canción, pienso en que será una gran fiesta y que tengo muchas ganas de bailar.

Él se asoma como si nada a mi lugar de trabajo y al ver su cara nerviosa con la sonrisa forzada sé que algo ha valido madres. Me lo dice después de rodeos bobos, cuando está nervioso bromea como infante. Después de semanas de terror se convierte en una realidad.

La orilla del mar. Un calor asfixiante para ser febrero. Pienso en ti mientras veo el océano y siento la raquítica fuerza de una ola disminuída golpear mi pie derecho. Ese fue el momento en el que te despediste de mí para siempre, como una energía que después de recorrer distancias inmensas pierde su majestuosidad... pero llega a su destino, cumple su odisea. Adiós, Basave.

El metrobús se ha convertido en un transporte que ya no detesto. Me bajo y camino a casa de Ana y al llegar platico con ella para ponerla al corriente de lo acontecido en la semana -esperamos a su hermana-, también juego con su gatito de un mes y medio. Le digo -y ella concuerda- que debería estar contenta pero no lo estoy tanto. Algo no cuadra. Es que...¿Si uno está en un parque de diversiones a huevo tiene que estar radiante de felicidad, no?. Y yo no puedo ni reirme de sus chistes. Ironías de la vida, ambas pasamos por experiencias similares en esos días, pero al contrario de mí ella usa palabras más seguras, más firmes, más convencidas. Salimos de su casa y tomamos de nuevo el metrobús. Recibo un "gracioso" sms que para nada me hace reír.

Estoy bebida. Estñupido tequilaaa (no, la estúpida fui yo). Si hay una bebida que me pone ebria muy fácilmente es el tequila. Estoy en una fiesta, me despido de mis amigos ondeando mi mano beoda y sólo alcanzo a voltear a la sala para ver si no olvido algo. Citaré una línea de "El amor en los tiempos del Cólera". Gabriel García Márquez, sí, voy a referirme al escritor más odiado y laureado de América Latina, JUSTO a él: "En un instante se le reveló la completa magnitud de su propio engaño, y se preguntó, cómo había podido encumbrar por tanto tiempo y con tanta servicia semejante quimera en el corazón. Florentino trató de decir algo pero Fermina lo paró con un gesto y lo borró para siempre de su vida". En la ebriedad encontré la lucidez.

Llegamos a su casa y me doy cuenta que es uno de mis lugares favoritos. Después de platicar por horas de todo y de nada quedamos dormidas y sólo alcanzo a escuchar la licuadora de la vecina que prepara los matutinos desayunos de sus colegiales vástagos.

Al starbucks lo odio y lo amo. Me gusta endemoniadamente el frapuccino de esa maldita cadena. Me siento afuera para poder fumarme un cigarro. Tengo miedo. Es una fobia idiota, pero fobia al fin. Le llamo a una de las personas a quien más confianza le tengo -ojo mucho ojo- y le platico todo lo que me aquejumbra en ese instante. Es tan sabio. Al colgar respiro aliviada y me dirijo al encuentro de un trámite que destesto.

Espero con ansias (y angustia y miedo -pero del boniiiiito- y emoción y positividá) al 2010, en lo referente a mi vida personal. Espero con pavor (y hastío y preocupación y desgano y miedo -del feiiiíto- y coraje) al 2010, en lo que refiere a la vida de político-económica de México.

martes, 22 de diciembre de 2009

Movimientitis


Nunca he negado los alcances de mi cursilería idiota-ignorancia buenaonda-. Soy crédula, soy muy gente, muy pueblo. Cuando escuincla me hacía mucha ilusión pegar la bandera de México en la ventana de la sala de mi casa durante septiembre, prender un corazón de terciopelo en el suéter de primaria el 14 de febrero, hacerle el alhajero con pasta y pegamento a mi madre para el 10 de mayo. A la fecha algunas fechas -reincidencia necesaria- todavía "me mueven".

Dentro de mi ingenuidad y romanticismo exacerbados, me maravilla la idea de creer que hay millones haciendo lo mismo (y casi por motivos similares) el mismo día -cosa que a los cínicos asquea-. Mantener una tradición. Pareciera que es ahí cuando realmente se expresa una democracia (dado que electoralmente es muy difícil): demostrar que somos millones aprobando-festejando-criticando algo. Por eso también me motivo con algunas marchas y protestas. Creo que la demostración de descontento es de suma importancia en una injusticia, aunque de antemano se sepa que no la revertirá. Soy idealista.

Cuando surgió en twitter el "movimiento" #internetnecesario, no lo reprobé. Creo que toda persona puede quejarse de cualquier cosa si ésta la afecta. No me gustó en lo absoluto que se dejara de lado una manifestación más enérgica en otros incisos de la reforma fiscal, los que SÍ eran en perjuicio de TODA la nación. A su vez, me enojé cada que leí que alguien los pendejeaba a niveles exagerados y se rasgaba las vestiduras. No creo que el uso de insultos y groserias sin argumentos sea posible demostrar que se tiene la razón (y lo digo yo que soy muy mal hablada). Después la gente se quejaba en twitter de #red. El primero de diciembre se hacía un esfuerzo (otro) en la lucha contra el Sida. Lo que no me quedaba claro era por qué para todos era la más vital de todas las acciones ponerse un condón. Ninguna organización de salud, gubernamental, civil, realizó una campaña al menos medianita para examinar gratuitamente. Punto y aparte que el sida, problema grave de sanidad en México, no es ni de lejos el horror que sí es en África. Las campañas de educación que hemos tenido desde la primaria, sólo han servido para tenerle pavor a la enfermedad, y por ende, una especie de asco que ni a la lepra en tiempos bíblicos. Por eso nadie cree que la tiene ni que la puede adquirir, y qué horrible ir a hacerse una prueba "¿Por qué si sólo he estado con mi novio y llevamos 3 años juntos?", yo le diría "Reina, ¿y tú que sabes si te pone el cuerno o si alguna exnovia se lo puso a él?". Quiero ver que todos los valientes que tuiteaban con tanta dedicación, vayan a hacerse un elisa (quiero creer que saben qué es un elisa).

-Tampoco me imagino haciendo 365 días todo: festejar a mi mamá, y a mi papá, y a mis sobrinas, y a mis amigos, y pensar en el cáncer, y en sida, y en los muertos, y en jesusito en el portal, y en el medio ambiente, y... ¿De verdad podemos soportar reflexiones de varios temas diariamente?.-

Y luego era yo la que andaba usando un hashtag. Qué cosa más deprimente es el Teletón, pero lo digo por las razones contrarias a su intención (o tal vez son las correctas, pensándolo bien). Genera más morbo que leer el TV notas. Es vender la miseria humana, como un concurso de "ver qué niño está más jodido-babeante-tullido-chillón". Pues que me pongo a molestar al twitter del Teletón: He ahí una forma de manifestación idiota y reaccionaria, improductiva, intrascendente, liberadora de ira si acaso... Entonces me doy cuenta que para algunos que se unen a una causa (como pegar en tu avatar un listón rosa en referencia al cáncer de mama) lo hacen para liberar su conciencia. "YO Sí HAGO ALGO, A MÍ Sí ME INTERESA, sísoyunserhumano". Sí. Sí pero no. Eso es nomás para no quedar como un idiota insensible, o bien para sentirse parte de algo, y la forma más sencilla, gratuita y ligerita de hacerlo es por medio de "La Web 2.0: el lugar donde usted se definirá a sí mismo". Ajá.

Si algo te inquieta, ¿por qué únicamente expresarlo en bits?

Aunque no confío en la gente que no apoya-milita-sigue-quéjose de algo. Lo que sea (no fanáticos extremos, eh). Me hacen dudar. ¿Tienen sangre en las venas? ¿Se creen panaceas de la razón o son tan egocentristas que no se dan el lujo de juntarse con otros ni en cuestiones que les atañen?. Soy tierra fértil para embaucadores (a veces).

Los cínicos manejan a los ingenuos.

Y estoy posteando algo que muchos ya saben y tienen muy masticado, pero nosotros el vulgo, no.
Después llegaría el asunto de #esclavosliverpool. Antes de investigar di por hecho que al leerlo en twitter era cierto, entonces procedo a erretearlo y toda la cosa. Al paso de las horas la gente se indignaba más y más, el rumor se esparcía. "Alguien" hizo un llamamiento para protestar afuera de Liverpool Parque Delta. Rescuerdo haber leído muchos tuits de personas que estaban preparándose para ir, escribiendo cartulinas, planeando volantes. Hasta Ricky Matin estaba consternado. Entonces decidí asistir y ver con mis propios ojos qué chihuahuas estaba pasando, tener info de primera mano, que no me enterará por un reportaje tendencioso o por información manoseada -creo que eso último fue un pleonasmo-.

Sorpresa: llegué veinte minutos después de la cita y no veía nada. NADA, caminé alrededor de la plaza, entré a la tienda, examiné con la mirada a quienes pasaban "¿Cómo luce un tuitero indignado?". Estaba apunto de retirarme cuando noté a alguien grabando la fachada de la tienda y distinguí la palabra "esclavos". Luego encontramos a otros tres. Nadie más. Los policías fueron a corrernos, quesque porque la banqueta también es de liverpool porque acordó con la delegación arreglarla y ponerle bonitos arbustitos por lo tanto si quieren nos pueden correr. ESTÁBAMOS EN LA CALLE, por favor. Nos retiramos porque hacerse de palabras con un poli que finalmente está obedeciendo las estupideces que le pide un patrón culero no es muy diferente de lo que todos hemos hecho alguna vez en un trabajo, "pobre güey qué culpa tiene" les dije a quienes estaban conmigo. Dejamos las inmediaciones (palabra de reporteril que me hace sentir elegante usar) del complejo comercial una hora y veinte minutos después de la cinta inicial. CINCO personas. Agarré mi iphone para checar el hashtag, llegaban tuits cada 3 minutos...¿Donde estaban todos los iracundos e indignados ciudadanos?...

De regreso a casa platiqué con N. Me dijo muchas verdades. Entendí mi precipitación y lo fácil que es convertirse en el títere de un interés ajeno, lo ingenuos que somos muchos al leer y creer que porqué una nota está en un sitio de noticias o wikipedia, es cierta. No estamos tan alejados de los zoquetes que donan al Teletón. El "alguien" que invitó a la manifestación llegó casi dos horas después de lo acordado y tuiteó (con fotos y todo) lo que le dijo el policía, todo sus reportes en tiempo real fueron para esgrimirse como víctima del sistema y ejemplar ciudadano que se asquea de la indiferencia de los compradores del centro comercial. Me molestó que todo pareciera orientado a hacerse de reflectores.

Sigo sin saber si es cierto que la gente en un albergue de Iztapalapa manufacturara bolsas o empaques para Liverpool (acá esta un artículo que me pasaron vía twitter). Cada día confío menos en los medios de comunicación (dado que ninguno tuvo a bien investigar más a fondo ya sea la calumnia a Liverpool o denunciar el muro infranqueable construido para defenderle de sus chanchullos). Lo que rescato de la experiencia es que tristemente lo que pasa en internet se queda en internet. Somos guerreros...en un escritorio.

Y qué cosa más bonita y divertida es la campaña de Tu Mero Mole para Amo de las redes sociales. Favor de ir a ver el blog de la campaña: http://semosmole.blogspot.com, apoyen al candidato de todos. Si creen que nos las estamos tomando en serio y que todo esto es para que Mole gane en celular, qué equivocación (bueno, ya si se lo gana que tuiteé más, digo yo). Es una GRAN parodia, una burla a las campañas políticas, publicitarias, e incluso a los #movimientos de Twitter -un poquito también es por qué nos da mucho coraje que cualquier babotas se crea el muy chingón de una red social si no sabe ni escribir y/o recurre a la trampa para ganar, ahí les hablo a estos dos.-

Lo curioso es que a mucha gente le molesta la broma "deberían tomarse todo más en serio", Ajá. cuando lo hacemos nadie nos pela y sólo es bilis derramada en #tuitsinnecesarios. Si nos ponemos solemnes, malo, si nos portamos zoquetes, también.

En fin, la cosa es que estoy hasta el copete de la protesta a lo güey. Saludos a todos aquellos que hacen algo más allá de quejarse, y que no necesitan el reconocimiento de un público que los mire con admiración.

jueves, 26 de noviembre de 2009

No manejaré

Cuando entré a trabajar a las oficinas de periférico, pensé que iba a aprender a manejar y tendría auto. Tomé un curso y hasta circulé por avenidas chonchas, sin embargo no aprendí a estacionarme y llevo más de dos años sin tocar un volante. Descubrí que lo mío, lo mío, lo mío, no es manejar. No es por que lo hiciera mal -en contra de lo que muchos puedan pensar- es porque NO ME GUSTA. También descubrí que no me agradan los autos. Muy caros, muy sucios. Recuerdo que durante aquel cursillo, mi instructor usaba un Tsuru modelo noventa y pocos. Me resultaba incómodo que algunas personas me rebasaran o me voltearan a ver con aires de grandeza sólo por el auto donde venían trepadas, como eso si les diera derecho a manejar peor que cafres, como si el espacio de la calle lo pagaran con el valor de su pinche carro. En una ocasión durante un alto, un pelmazo que venía en un...chale, es que ni me sé los nombres de los modelos, bueno, venía en uno muy caro, dirigió su mirada hacía mí como diciendo "pero en qué pinche lata vieja te mueves... ¿Acaso desde tu pobreza no me encuentras irresistible, nena?". No es un delirio ni lo que algunos denominan como "resentimiento social", no, se puso el semáforo en verde y el güey ése seguía mirándome y haciéndose pendejo, pffff, mejor avancé yo, no sin antes hacerle la jeta de hartazgo más culera de mi vida. Pendejo-métete-tu-nave-a-ver-si-te-cabe. Vamos, es la PEOR y más pendeja medida de status económico. Con la ropa es distinto. Con la educación es distinto. El auto es el único lugar donde te "valoran" antes de verte o escucharte o conocerte. Muchos amigos y familiares se sorprenden de que a mi avejentada edad y después de algunos años de trabajar, aún no tenga auto. "Ha de estar bien jodida", piensan. Babosos, no hay cosa que se devalúe más que un coche. Y encima la tenencia, y encima el seguro, y encima el servicio, y ay de ti, pero ay de ti donde choques y el seguro no lo cubra. No gracias, cuando quiera algo que me chupe el dinero peor que un vástago, mejor me compro un perro.

¿A quién no han estado a punto de arrollar vilmente? ¿Cuántos automovilistas te han tocado el claxon para que atravieses más rápido una calle? ¿En qué momento dejan muchos de ser personas al momento de subirse a su auto?

Ya que ha quedado claro el primer punto del por qué me desagradan los autos, pasemos al segundo. ¿En qué cabeza obtusa cabe la idea de que TODOS debemos-deberíamos manejar un automóvil en una área metropolitana con 20 millones de habitantes, vialidades estropeadas y centralizada? Me queda claro que a los primeros que dicha idea les parece perfecta es a los potentados de la industria automotriz y petrolera. Y resulta aún peor la creencia de que poseer un auto sea la felicidad máxima de un trabajador y ahí se vean reflejados los esfuerzos de años de ahorros -o de años de pagar un crédito-. Gran ironía: ¿Para qué utiliza el trabajador un auto?, básicamente para ir a esa oficina esclavizante al igual que otros miles y hacer de las calles el monumento a la lentitud. Me da la impresión de que en lugar de que el auto sea de su propiedad, ellos son la de él. "Es que no puedo ir a comer-salir-tomar café- porque tengo que pagar la mensualidad de... y me quedo bien bruja".

Hace un par de semanas tuve que ir a Bosques de las Lomas. Llegué más rápido en metro (en hora pico, qué placer) y camión -los camiones nuevos de Reforma son tan limpios y eficientes-. Puedo leer, ver gente, burlarme de peinados horrorosos, escuchar conversaciones ajenas y altamente twitteables, ir viendo la calle y a la gente en ella . Puedo OBSERVAR. No negaré que al mismo tiempo se está más expuesto a cierto tipo de atropellos y situaciones desagradables. Pero yo prefiero todo eso a manejar... y a contaminar (ay, todañoña).

El tercer punto es el más obvio: la polusión. Asco. La cantidad de gasolina que quema un auto de 4 plazas que sólo ocupa UN oficinista estresadito. Mi hermana mayor trabaja en Santa Fé -pobre mujer- y pasa por compañeros de trabajo al metro Hidalgo de tal manera que no se "deperdicia espacio".

Crean o no (como si se tratara de religión, háganme el favor) en el calentamiento global, a mí sí me da náuseas el hedor de las avenidas muy transitadas además de ver la nata mugrosa alrededor del Dé_éfe. Y más asco me da ver tanto conflicto-dependencia petrolera.

Tengo la suerte de vivir cerca de un metro y de no ser penosa para pedir aventón.

Lo único que venía a decir es: no insistan, no me voy a comprar un auto. No ahora. Prefiero usar mi dinero de otra forma, una más provechosa.

P.D. Olvidaba que también me da mucha ñáñara atropellar a alguien por andar en la pendeja -algo relativamente común en mí-, también incluyo en este apartado el miedo a un choque que sea mi responsabilidad.

domingo, 15 de noviembre de 2009

La cagada

"Yo confieso, antes ustedes lectores ansiosos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y votación. Por mi culpa-por mi culpa-por mi GRANDE culpa. Por eso ruego a Chilangelina siempre indulgente, a los bloggers, a los twitters y a ustedes compatriotas para que intercedan por mí ante la patria demandante."

Me cuesta trabajo decirlo, confesarlo. Y me cuesta más aceptar que me vieron todita la cara. Al menos no estoy sola, somos yo y otros catorce millones novecientos dieciséis mil novecientos veintisiete mexicanos (o eso dice el IFE).

En julio de 2006, yo voté por Felipe Calderón.


¿Qué?, ¿se la creí, se la compré?. No. Mi voto fue algo parecido al voto útil, elegir a quien consideré "menos peor". Varios de los simpatizantes del AMLO han expresado arrepentimiento post-electoral, no me juzguen por ahí. No quiero caer en disputas estériles ahora, mi opinión de Andrés Manuel López Obrador no ha cambiado significativamente desde el año dos mil, vamos, yo no me fui con la finta de el "peligro para México", la campaña que ahora entiendo como excesiva y de mal gusto, pero que en 2006 consideré de rudeza necesaria, puercota, pero "en la guerra y en el amor, -y la política- todo se vale". Este post es una especie de expiación malhechota.

"Estaríamos mejor con Lopez Obrador"... nadie puede saberlo con certeza. Sólo sé que el presidente de México es el mismo por el que yo voté, y traigo un cargo de conciencia enorme. Error tras error, cagada tras cagada, las siento como responsabilidad propia. Es horrible. Peor aún el hecho de que por una cuestión política se me etiquete sempiternamente de "derechista", "yunquista", "retrógrada", "mocha", "burguesa", etc. Yo nunca he descalificado a NADIE por sus desiciones políticas ni tendencias partidistas. Una persona es más compleja que la bola de idiotas por los que se siente representado. Lo que he aprendido desde mis dieciocho años (cuando voté por vez primera), es que ningún partido es ideal. En todos hay corrupción, tranzas e idiotez. Tal vez soy conservadora para la pseudo izquierda mexicana, y demasiado liberal para la ultra derecha. Ha decir verdad nunca he podido sentirme plenamente identificada con ningún partido en mi país.

Años después ya decepcionada, me emocioné con la idea de anular mi voto. "Para que sufran los canallas", ajá. Resulto el tiro por la culata más infame: el regreso del PRI y la consecuente aprobación de reformas que en lo absoluto representan la voluntad del pueblo mexicano.

Siento que cualquier cosa que haga va a estar mal. si voy a una marcha, mal, si no voy, también, si anulo mi voto peor, si voto...cargo de conciencia seis laaaargos años. Ojalá y en el momento necesario sepa decidir mejor. He pensado que probablemente en las elecciones de 2012 el "voto de castigo" sea el imperante. El tiempo nos lo dirá.

La corruptela política me ha colocado en una incertidumbre paralizante.

domingo, 1 de noviembre de 2009

La vida después de la muerte

Peco de solemnidad muchas veces. Lo que para muchos puede ser una celebración insensata y pasada de moda (¡mejor-vamos-a-un-halloween!), para mí acarrea introspecciones y diálogos internos donde participan varios interlocutores. Intento platicar con ellos: con "Los que ya no están".

Y me gusta recordarlos, buscar sus fotos, pensar que les gustaba, hacerles un espacio en medio de la casa, justo como si estuvieran de visita y los sentara en la sala. El mezcal de mi abuelo, los cigarros de mi tía-abuela, la cervezas de mi tío y tía.

Y es mi abuelo, la ausencia más reciente.

En el pueblo de mis padres (como en muchos) se acostumbra llamarles "ofrendas nuevas" -lógico- , cuando es la primera vez que alguien es protagonista de una. Los amigos de la familia tejen y bordan servilletas con santos y motivos religiosos, se usan ésas para adornar en lugar del papel picado. También se elabora un acróstico con el nombre del muerto nuevo. Mi abuela me pidió que escribiera el de Hermilo. Como podrán darse cuenta, no soy precisamente una persona de letras, pero hice lo posible por componer algo que le hubiera arrancado una carcajada al viejo. He estado pensando en él casi todos los días. Hasta mi madre dice que al escucharme hablar, diciendo "disparates" constantemente, siente que oye a su padre, que soy igual de sociable y dicharachera que él. Yo misma me doy cuenta que hay aspectos de mi carácter que comienzan parecerse mucho al suyo. Cumplí un año un mes sin verlo ya.

Mi papá elabora año con año una caja blanca perforada con la forma de una cruz a la que le mete un foco y coloca en la parte superior de la ofrenda. La forma en que mi mamá va acomodando las cosas y el número de veladoras que ponemos tiene significados. Sus hermanos y su padre ocupan el lugar privilegiado en nuestro altar. Desde niña me gustaba verla acalorada llegando del mercado de Jamaica con ramos y ramos de flores, velas, bolsas con calaveras, incienso -oh, el sutil aroma del incienso que inundaba la casa-. Ella me contó una leyenda de "el ánima sola", aquella alma que no tiene quien le ponga una ofrenda y por lo tanto se pone un luz "extra" en la ofrenda dedicada a ella. Desde entonces me da tristeza la facilidad con que muchos muertos son olvidados. Varios años hemos ido al panteón francés a visitar la semi-abandonada tumba de la tía abuela Basave. Aproximadamente el 70% de las lápidas están sin flores en pleno día de muertos. Es tristísimo. También resulta escalofriante ver los monumentos de los sepulcros de niños. Son angelitos descuidados y avejentados que se ven tétricos. La mayoría son de principios de siglo pasado, es fácil darse cuenta que casi todos esos niños y bebés murieron por nacer en un tiempo sin vacunas ni penicilina.

El día de muertos es la celebración de la nostalgia, del apego y de la terquedad. Yo no lo veo como un evento puramente jocoso donde los mexicanos nos burlamos de la muerte, lo percibo más como la noche donde le decimos: no nos podrás separar nunca, mientras yo viva no lograrás que los olvidemos.

He fantaseado con mi propia ofrenda. Cómo no hacerlo si ha estado tres veces cerca de materializarse. Quiero que sea majestuosa. Quiero sendas garnachas y salsas en mi altar. Cigarros, tequila, mole. Quiero que pongan mi mejor foto y de fondo mi música preferida. Es la cúspide del egocentrismo: yo no quiero que me olviden cuando haya muerto

Y lo que más quisiera, más, es poder verlo. Eso último es el mayor anhelo que tengo en la vida. ¡Ja!.

miércoles, 28 de octubre de 2009

El cambio

Y el olvido.

Hace dos años tuve la "ideota" de abrir un blog y empecé a escribir sandeces aquí. Jamás imaginé conocer a tanta gente, hoy adorada y querida, por acá, hola muchachos. No he posteado, cada vez tengo más en el olvido a mi blog.

Hubieron hartos cambios desde que dejé de escribir. He pensado mucho en este espacio aunque prácticamente llevara más de un mes sin visitarlo: cambiarle el nombre, el propósito, mi zoquete nickname, el diseño, usar sólo una temática en todos los post: /personal/cinéfilo/chistosón/cábula/intenso-azotado/México D.F./Quejica/prentencioso/diseñísitco-profesional/Gadgetero. Pero para qué, mi blog tiene todas esas etiquetas, y aunque cada vez me cuesta más trabajo postear porque muchos de esos lectores virtuales ya tienen rostro y qué pena, adiós pseudo anonimato y balconeo amigueril. Llegue a la conclusión de que no quiero unificar su línea, que sea de chile, mole y pozole. Y en definitiva no lo cerraré.

Hace unas semanas fue mi cumpleaños y entré en crisis. Siempre entro en crisis. Desde mis once años sufro con la llegada de un año más. Primero no quería dejar la niñez, luego la pubertad, luego la adolescencia. El caso es que "le saco" a seguirle para adelante. Y discúlpenme las mujeres de treinta, pero me me han contado cosas terribles de esos lares y menos animada me siento de acompañarlas (no se alteren, lo mismo me decían a los diecisiete de las de veintitantos "ya vas a trabajar y qué feo es eso, disfruta la universidad")-¡Es broma!-. Detesto todo lo negativo que se dice de la tercera década, lo que en teoría debemos ser-poseer-anhelar. Lo que en verdad me preocupa de la edad es la pérdida de la capacidad de asombro.

Ejemplo un tanto bobo: fui al concierto de Placebo y al de Depeche Mode. Ambas son de mis bandas favoritas. A las dos las visto en otras ocasiones. Algo cambió, los conciertos me entusiasmaron, la compañía no pudo ser mejor...pero no fue lo mismo que en años atrás. Me recuerda a quella teoría de Kundera, donde habla de la repetición. Un hombre le dice a la primera mujer de su vida por primera vez "te amo" y nadie duda de la autenticidad de sus sentimientos. Es enternecedor. Pero si ése mismo hombre le dice a la vigésimo sexta mujer de su vida por vigesimo tercera vez, "te amo", simplemente es ridículo, aunque su amor sea tan verídico e intenso como el de la primera.

¿Será que conforme pasa el tiempo todo se vuelve terreno conocido?.

Me da pavorconvertirme en una película que de ver tantas veces, que aunque sea de mis favoritas, llegue a aburrirme y la única sensación que despierte sea la nostalgia...o peor aún el tedio.

Los últimos cuatro años de mi vida fueron como una especie de anestesia, de la que apenas voy despertando. Continuamente me repetía a mí misma, los lugares, la gente, las situaciones. Hace poco recordaba cómo era hace una década. Aunque no supiera bien a bien qué rumbo tomar, siempre había una especie de señalamientos que indicaban la ruta: los años preparatorianos, trimestre tras trimestre en la carrera. Finalizar la universidad y luego hacer el servicio social, los pininos laborales, el primer GRAN trabajo, los retos superados. Entonces el hecho de llevar trabajando en el mismo sitio más de tres años, pareciera indicativo de que DEBE terminarse el ciclo. Ya no sé qué hacer o a donde moverme, ya no hay señales en el camino, sino neblina: incertidumbre. Hace quince días me cambiaron de instalaciones en mi chamba. Y de alguna forma tiene significados, me representa cerrar un círculo. Es una tontería, sólo se trata de un lugar, de un espacio. Según rumores tal vez hasta deje (mos) de trabajar ahí, aún no lo sé. Ya no me preocupa como en este post. Ya no quiero tenerle miedo al cambio, a crecer, a envejecer. Renuncio a la monotonía y la nostalgia. A la melancolía y al pasado.

Es momento de buscar esas nuevas experiencias que puedan volver a remover los cimientos de esta arcaica construcción. A ver, ¿qué me falta por hacer, y que tenga el valor y oportunidad de llevar a cabo?. La lista es TAN larga.

martes, 1 de septiembre de 2009

Mi diario "mágico".


Fue la sensación de 1994. Una especie de aparatejo que combinaba una agenda electrónica con un intento de gameboy, un lector de la suerte, un convertidor de moneda y algunas cuantas chucherías más. Supongo que vi algún comercial en diciembre y se lo pedí a los reyes, según recuerdo, fue la última vez que hice una cartita. Llevaba un par de años sin sentir una emoción así por el depositorio que residía bajo del árbol.

Me lo llevaba diario a la secundaria. Escribía notitas en él, sé que podía hacerlo en un cuaderno, pero teclear y ver mis palabrejas en aquella pantalla ridículamente chica, monocromática e ininteligible para mí, era cercano a ser "científica" o ser testigo de un milagro. A la fecha aunque se me explique (y yo sepa de antemano) cómo es que funciona un monitor LCD o un touchscreen, no dejo de fascinarme. Ni la ciencia ni la tecnología han dejado de maravillarme desde entonces. Le hice sus perfiles a todos mis amigos, esa era una de sus mayores gracias: podías elegir entre varios tipos de caras, peinados, ojos, narices y bocas, para construir el rostro de un tipín. Ahí juntito se agregaban su nombre, teléfono y dirección. Me imaginaba que sólo le hacía falta tener entrada para audífonos y recepción de radio (en mi cabeza la ilusión de que la música cupiera en un espacio tan reducido no tenía congruencia alguna), para ser un aparato perfecto.

Me gustaba la idea de escribir diariamente en él, lástima que su memoria no me lo permitiría. Se redujo la frecuencia a una semana, una onda muy estilo Doogie Howser. Ándale, era justo como el ñoño doctorcito. La chunche esa comenzaría a permitirme la utopía que leí también en aquellos días, no recuerdo en dónde, y que aseguraba que en algún punto del siglo veintiuno podríamos grabar toda nuestra vida. Dicha utopía la encuentro muy cercana ya.

¿Cuál es el chiste de llevar un diario, qué sentido tiene?. Para mí es el poder regresar el tiempo. Leerlo es vivirlo de nuevo. O casi... He aquí la principal razón de ser de éste blog. Y el de twitter. La principal función de twitter (además de la interacción con otros) es la posibilidad de escribir un estado de ánimo, una queja, una idea, y que éstos queden registrados.

El Magic Diary estuvo conmigo dos años, y en tercero me compraron un "Super my magic diary" ése ya traía algún tipo de bluetooth primitivo llamado "magic beam" con el que podías comunicarte con otros artilugios, pero sólo otra estudiante era una entusiasta de la tecnología gadgeteril (a los trece ya éramos geeks sin saberlo). Todavía en la prepa lo llegué a usar, con éste podía escribir más cosillas, tenía más memoria y las notas eran de... ¡381 caracteres!. Mjm. En el aparatejo tengo lo que hoy denomino como: "Mis twits adolescentes de cuando twitter no estaba ni en los sueños de Jack Dorsey". Con todo y que tengo buen pulso y le hago a la dibujada, no puedo escribir pluma-en-mano-papel cuando estoy en movimiento. Por eso en mi transporte escolar de la secundaria, y a la postre en en la línea 2 del metro, usaba mi diariecito: "16-Jun-95 Hoy me he molestado mucho con Vania. Se la pasó platicando con la monita -usaba la palabra monita, je- esa de su salón. Me cae muy gorda. Saqué 10 en Historia Mundial".

Regresé a mis cajoneras a buscarle por que la semana pasada lo recordé cuando POR FIN me compré el iphone, y me sentí en un déjà vu. Estoy como cuando era niña en aquel seis de enero.

Ayer justamente tuve una epifanía. Estaba en San Ildefonso y p-e-n-d-e-j-a-m-e-n-t-e intenté tomarle fotos a una instalación. Me frustré mucho porque me lo prohibieron (se me hace algo muy idiota, pero bueh...allá ellos y sus políticas retrógradas). Yo he tomado fotos (aunque pinchitas) de casi todas las expos a las que he ido desde hace un par de años, ¡Cómo pueden negarme el sagrado derecho de atesorar-archivar mis recuerdos?. Me quejé vía twitter. Salí del museo, lloviznaba. Caminé por la plaza de la Constitución, tomé muchas fotos. La lluvia la había vaciado un poco, entonces pude fingir que hablaba por el micro del iphone, que hablaba con alguien por teléfono. Pero yo no hacía eso. Estaba diciéndome, grabándome, un mensaje.

Llegué a mi casa, comí un caldo de camarón (sin albur, eh). Mi madre lo cocinó el sábado. A los peces y moluscos no les tengo tanta empatía, pienso eso mientras los devoro. Busco entre la películas que he comprado y no he visto. Sale una que tenía por completo olvidada "Away from her". Me aterra la idea de ir olvidando mi vida y perder mis recuerdos como las luces de una casa que se van apagando paulatinamente hasta dejarla en penumbras, en la nada. Pienso eso porque en el filme, Fiona sufre de Alzheimer y el que ha sido su amante -aunque con tremendota cola que pisar- marido por cuarenta y cinco años, sufre un titipuchal debido a ello, ya que la pierde. Y ella se pierde a sí misma. Entonces lloro (no es excelsa pero conmueve. Sigue la línea de "The Notebook", pero con mejor trama y menos melcocha). Entonces, además de llorar, recuerdo la utopía de la que hablaba al principio del post. Yo quiero guardar lo que me es más preciado y esos, son mis recuerdos.

martes, 18 de agosto de 2009

Los días veraniegos

Yo no he detestado al verano siempre. Hubo años en los que me pasó inadvertido. Desde el nacimiento padecí continuamente enfermedades respiratorias, así que mis tardes veraniegas se reducían a mi recámara: veía a los otros niños brincar en los charcos que dejaba la lluvia torrencial de julio. No es gratuito que uno de los recuerdos olfativos más marcados que tengo sea el de mi aliento rebotando en el vidrio de una ventana. Por que para mi salud los extremos eran letales: calor+lluvia=verano=hospital.

Después de los catorce años comencé a notar ciertas conincidencias entre las malas noticias y el pinche verano. Entre los buenos recuerdos y el maravilloso verano. Las tardes de cielos profundamente azules, con nubes formando cirrocúmulos y altocúmulos que esconden formas incongruentes, son las mismas tardes de cielos que unas horas después se transforman en nimboestratos con tormentas temibles que nos impiden salir. Es la temporada de la contradicción. Se supone que la gente se deprime en invierno por que hay poca luz, hace frio y todo aparentemente es gris. A mí me altera más la indefinición del verano. O hace frío o hace calor, decídete de una buena y puñetera vez.

El caso es que éste verano no ha estado tan mal (ya usé demasiado la palabra verano, lo sé). A pesar de que ir en contra de mi salud me he dejado empapar gustosa por la lluvia pendenciera. Qué más da correr o refugiarme pegadita a la pared o bajo un balcón. Ya para qué me pongo de mal humor, haré lo que en mi infancia estaba prohibido: caminar bajo la lluvia. El calor no me abruma. Estoy dejando de lado los estúpidos complejos físicos que tengo. Me pongo falda, tengo las piernas flacas, enfermizamente blancas y qué. Y si se me da la gana me visto con blusitas escotadas, aunque haya poco que "escotar". Lo que yo tengo es calor, no ganas de llamar la atención o ser blanco de críticas perversas. Como que mis veranos son radicales, días excelentes VS días depresivísimos. De hecho estoy enferma, le achaco mi mal al caprichoso clima de estos días (ajá sí ajá).

¿Por qué no son cómo mis otoños?. Tranquilos, certeros, enfiestados. O mis inviernos meditabundos, nostálgicos, quejumbrosos. O mis primaveras felices, optimistas, entusiastas.

He calificado la bonanza de un año por estos meses, justo los de en medio junio, julio, y agosto. Atravesando las primeras semanas ya más o menos sé que esperar de las que faltan. Este año no puedo opinar, el verano se puso muy tibiesón. ¿O será que los sucesos simplemente son medianamente buenos y medianamente malos?.

lunes, 10 de agosto de 2009

Vivir de nuevo/ REPRISE

La parte medular de una película es su guión. Ninguna logra ser excelsa sin el magnificente hilo que teje reflexiones, vueltas de tuerca, e interesantes personalidades. Las palabras y las ideas son la más grande creación del cerebro humano (asegún, porque en algunos casos tengo mis dudas). Ya muchos han descrito esa cada vez más plural sensación de vivir su vida como si fuese un libro o una novela: siendo manejados por las invisibles órdenes y caprichosos designios de un mequetrefe guionista-escritor.

Si van a ver ésta joyita al cine (que aún se puede, yo la vi desde noviembre en la cineteca, pero necesitaba verla de nuevo para ordenar mi atareada mentecita), encontrarán la historia de Phillip y Erik, un par de jovezuelos buenaondita que viven por y para escribir. La narrativa de la película me remitió inconfundiblemente a "Trainspotting" pero sin perdedores en la densidad de la heroína y la autodestrucción. O no. Reprise no lo aparenta mucho, pero también habla de un no-saber-qué-pedo y una autodestrucción inminente en algunos personajes. La finalidad de la película me recordó inconfundiblemente a 'Reconstrucción', la maravilla del cine danés de Christopher Böe. Pero sin decir explícitamente que todo era producto de una ficción o una historia de posibilidades. O no. Reprise lo deja claro en los primeros dos minutos, cuando nos presenta una histora contada a pisatalones y de pronto de detiene en el key frame inicial, rebobina, y nos cuenta todo con más calmita y detalle. Es cuando el director se pone más detallista. Nos platica con ayuda de la voz del "escritor" de Reprise, aquellas cosas que sólo escenas largas e interminables diálogos podrían lograr.
Erik y Phillip son amigos, los mejores amigos, de esos que te definen el término "Amistad". De esos que han estado en el peor momento de tu vida. De esos que son tus compañeros de juerga, pasiones, labores. De esos con los que dices todo en medio de silencios. Junto a ellos, conviven zoquetes menos complejos. Son noruegos. Increíble, los noruegos también quieren salir de su país, también quieren ir a Francia, escapar de su pequeño-terruño: ¿Qué carajos se respira en el aire de París que todos están tan urgidos de olerle? De momentos me imagino exclusivamente a los latinos con el ansia de salir huyendo y pisar otras tierras del otro lado del Atlántico. Y no, resulta que también los noruegos están deslumbrados con los clichés. Me halaga la postura del humor fino, inteligente, y medio mamón, me siento menos bruta que de costumbre. La cosa es que estamos en manos de un escritor, un narrador que nos habla de las idas y venidas de los noveles escritores. Un narrador que se revela y nos muestra cómo es que se teje una historia.

Y entonces YO tengo LA proyección:

¿Quién no quisiera planear y justificar sus acciones?, o mejor aún, las de otros, ¿Quién no quisiera imaginar distintos descenlaces, clímax más atropellados, encuentros inexistentes e imposibles? ¿Quién no qusiera escuchar al escritor del guión de nuestra vida?

Me imagino rastreando el punto clave (me gusta decirles "key frame": en animación un key frame es un punto en la línea de tiempo donde sucede un cambio importante en la trayectoria de un objeto) de mi existir. Donde si sucediera una cosa u otra cambiara por completo su sentido.

Ejemplo:

Yo decidí estudiar en la UAM. Aún teniendo en mano los papeles de la ENAP, inscripción, pagos, salón, horarios. No me imagino qué tan distinta sería mi vida de haber esperado unos meses para el término de la huelga: "Entra a la ENAP y sigue conviviendo alegremente con sus amigos del 603. Se da cuenta que está enamorada de Ignacio por que dibuja muy bonito y es el único que aprecia sus fotografías fuera de foco; entonces decide terminar con el novio de la prepa. Estudian al parejo todos los semestres. Se van a vivir juntos un año después de graduarse y son los primeros de sus amigos en hacerlo, la familia se opone. Se sienten Romeo y Julieta, pero no lo admiten dado que tal comparativo es ridículo, gastado, y pendejo. Pusieron un despacho de diseño. Su loft está en la colonia Roma. Ella sigue sin saber a qué sabe la cerveza, no bebe ni fuma. Practica yoga todos los días. Tienen dos perros. Ella se despierta un día y descubre a Ignacio muerto en la sala. Se suicidó porque no podía soportar tanta felicidad. Ella siente asco hacia sí misma dado que la muerte del marido le ha despertado una vena creativa muy profunda. Después de una depresión laconica se vuelve pintora...pésima pintora, pero la historia del amor quesque perfecto y el esposito suicida le dan fama en los andares culturosos de la ciudad."

Rebobinaré más este viejo casette, qué habría sucedido de haberle tomado la palabra a mi admiradísima profesora de historia en la prepa: "'Lo tuyo es el derecho, el área de sociales, es más, Mario y tú deberían estudiar filosofía'. Encontramos en el correspondiente tiempo alterno a una frustrada estudiante que intimidada ante tanta sapiencia, se ha cambiado tres veces de carrera y no siente que da el ancho en ninguna. Pero... ¡Qué buenas pedas con los del Colmex! -es que mi maestra me hablaba maravillas de las reuniones del Colmex-. Mario, en cambio, ha terminado filosofía y ha escrito su primera novela "Aurelia". Vive una temporada en Japón. Ella, urgida de plata para subsistir, entra a trabajar en un pequeño despacho donde se desempeña como capturista. Vive al día, se ha salido hace un par de años de la casa paterna, sus progenitores no estaban dispuestos a seguir cargando con el parásito indeciso. A los veintiséis, aún cursa trabajosamente la licenciatura de Historia, el quinto semestre apenas. En el trabajo uno de los jefes se le ha insinuado hasta llegar a un acoso extremo y ella planea demandarle "maldito cerdo chovinista, muéeeereeete", toda vez que logre grabarlo en fraglacia. Y lo logra. Estando a punto de levantar la denuncia, su roomate le presenta al cerdo chovinista como su nuevo novio. Al contarle a ella todo lo sucedido, lejos de encontrar comprensón y apoyo se queda sin trabajo y sin hogar. "Pinche Alejandra culera". Uno de sus compañeros de la universidad le da asilo. Encuentra trabajo como mesera en Coyoacán. Un día aparentemente gris y sinsaboro, Mario llega ese café para recordar los tiempos preparatorianos. Es un hombre feliz y pleno. Le ofrece trabajo de asistente. Ella lo acepta encantada."

Rebobinando más, qué hubiera pasado si en lugar de la freseis hubiese estudiado en una vocacional, en el poli: "Ha sido maravillosa la forma en la que ella ha podido desarrollar su aptitud numérica y raciocino abstracto. Y en la que ha logrado sustraer todo indicio de sentimentalismos o piedad en su corazón. Tiene veintiséis años y está haciendo un doctorado en Robótica en el MIT, dado que el resultado de las investigaciones que llevó a cabo durante sus años estudiantiles fueron destacadas. Un prototipo que desarrolló con otros (un tanto menos capacitados) estudiantes ganó un concurso internacional. Existió un novio durante la carrera con quien sostuvo la relación más ñoña y aburrida, pero terminaron porque el no pudo resistir su éxito. Sin embargo, a veces hablan por skype. Ella está casada con un gringo sonriente que no habla ni pizca de español, pero irónicamente el francés y el alemán le salen bastante fluídos. Lo conoció porque era su dentista. Ella usa frenos desde los veintiuno. Tienen sexo una vez cada bimestre, por mutuo acuerdo, ambos parecen sólo excitarse con el sonido de una máquina funcionando. Le gusta la vida monótona de los suburbios en el frío estado de Massachusetts. No extraña a nada ni a nadie de México."

¿Más?

"Sus papás se divorcian al cumplir los nueve años y se va con su madre a Sinaloa, a vivir con el tío soltero y militar. A los catorce en medio de una rabieta espectacular, huye de la casa donde se ha sentido encerrada, restringida, y rencorosa. Se enamora de un narcotraficante que le proveé lujos asquerosos. Tiene dos hijos antes de los veinte. Decide dejar al narco cuando la golpea, huye de nuevo, pero sólo con uno de sus hijos. Se va con el tío, a Mérida. Ahí abandona al otro tumor, al fin que él tío siempre quiso un hijo varón. Se translada al Distrito Federal y comienza a vivir en el arrabal. Después de algunos hábiles movimientos estratégicos (tranzas, pues), tiene el suficiente dinero para poner un negocio. Ahora es dueña de un bar y controla el tráfico de estupefacientes de la zona Rosa."

Pero esos son sólo ejemplos con argumentos baratones.

Lo que hizo que esta película se conviertiera en algo entrañable es que me sentí parte de ella, como uno de los protagonistas. He pasado por los mismo lugares que casi todos los personajes:

La terquedad nauseabunda y sin argumentos, la amistad inquebrantable, la incomodidad de los silencios, el no poder entender qué sucede con mi vida, el ser fanático -hasta llegar a límites estúpidos- de una banda, el despreciar a los amigos que tiran a la basura su forma primigenia de vida para cambiarla por aquel estatus que les causa más repulsión...

(esta es una de las mejores escenas cagadas del filme. Uno de ellos, Lars, transcurre la cinta entera diciendo las más grandes -pero graciosas, qué desgracia- frases misóginas que he tenido el infortunio de escuchar "no necesitas una novia, eso te distrae, si escuchas a una mujer decir algo inteligente o tener una opinión respetable de música, literatura, o cine, es porque lo aprendió de su padre o novio, con ellas debes ser cruel, como Zaratustra". Desmadroso, soberbio, y amante del porno (¿algunos aludidos?). Un día invita a Erik a una fiesta en su casa ya que han pasado algunas semanas sin verse. Él les dice a los demás. Al llegar se percatan de que la fiesta no es sino la típica cena yupie de cuatro parejas exitosas y bellas tomando vino a la luz de las velas, Lars POR FIN ha encotrado novia, una muy pudiente, y es por eso que ha botado a sus compañeros de juerga. Phillip mismo escupe un "es lo más deprimente que he visto en mi vida", y tenía toda la razón. Me enfuerece de sobremanera que haya quienes pueden esar, dos, tres, quince, veinte años de su vida atacando una postura y luego, así tan facilito, abracen la opositora.)

El temor al futuro; la admiración, ciega, devota y adolescente por un escritor (si tan solo yo hubiera vivido en Praga en los sesentas, o en Argentina en los setentas). El enamoramiento mágico-idílico-musical:

-Dos, tres, cuatro, cinco. Después de que termine de contar hasta diez mis ojos encontrarán tus ojos en medio de esta fiesta. Después de que termine de contar hasta diez te enamorarás de mí. Siete, ocho, nueve, Diez- La fé en amores predestinados, únicos e irrepetibles.
Tal vez la similitud más significativa la sientí en el personaje de Phillip. Quien haya visto esta película se enterará de un secreto de mi vida si lee las siguientes palabras: Es con el personaje que más me identifiqué. Una tarde hice exactamente lo mismo que él después de la presentación de su libro y por el mismo motivo. Un completo exceso inexplicable.

lunes, 20 de julio de 2009

Perdóname, blog mío

Ya sé que esto ha pasado antes. Entiendo tu enojo, no quiero pretextarte clichés. En el post anterior intenté salir con un chistorete, no quería volver a verte y que empezara lo rudo luego-luego. Romper el hielo le dicen.

Esta relación ha sufrido muchos altibajos, lo sabes mejor que yo. Nuestro inicio fue esplendoroso pero "como en cualquier amor, el primer mes fue el bueno"-Mecano dixit-. A veces ya no sabía ni qué postearte, no se prever cual será tu reacción. Cada vez me cuesta más trabajo comunicarme a través tuyo. La rutina, la maldita rutina, esas ansias que me dieron de conocer algo nuevo, cambiar de aires, alejarme de ti para entender qué nos estaba pasando. La excitante novedad.

Bueno, ya, sin rodeos. Te soy infiel. Muy infiel. MUCHO-MUY-INFIEL.

Es más joven que tú.
Es más popular que tú.
Es menos complicado que tú.
No me exige tanto como tú.
Entiende que no pueda estar mucho tiempo con él, aunque me aleje, sigue en su desmadre y sin fijón.

Es más fácil estar con él. Es un sitio coquetón y dicharachero. Me hace reír continuamente, tiene cada ocurrencia. Además, es sumamente ágil, intrépido, se entera con gran celeridad de cualquier acontecimiento o chisme banal. Te darás cuenta que lo que resalta aquí es su ligereza. No me siento comprometida ni atrapada, sólo me divierto.

PERO.

Él no eres tú, amado blog.

Él no me entiende.
Él no profundiza demasiado.
Él es inmaduro.
Él es hiperactivo, no puedo seguirle el ritmo, ni la grandilocuencia de su ingenio graciosón.
Él no me sirve para el desahogo o el intento chaquetero de reflexión que solía tener contigo.

Sí, lo veo casi todos los días. Sabe muchas cositas de mi diario acontecer. Pero eso ¿qué?, son sandeces quejumbrosas sin mayores introspecciones. De ratitos y como jueguito está bien, pero para algo serio sólo te quiero a ti. A TI.

Él es un free. Tú eres el amor de mi vida -virtual-.

Perdóname, de verdad quiero que esto FUNCIONE, Estoy dispuesta a poner todo de mi parte. Sé que te lo dije antes, pero esta vez sí va en serio. Ya no quiero estar sin ti, me haces mucha falta. Quisiera que todo fuera como antes. Me fui pero no me fui del todo, pienso en ti todos los días. Escribirte un post era como tocar el cielo. Cuando estoy con él, es tu template el que me imagino. Tus comentarios son más apasionados e intensos que sus cortos y efímeros replies.

¿Podrías apreciar mi sinceridad?. Sé que ha sido difícil para ti también. Pero lo que tenemos vale la pena, trata de entenderme, me vi atrapada entre tanta presión, que si el trabajo, que si mis azotes regulares, reaccioné mal. Esta es una relación larga y difícil de mantener, pero mucho más satisfactoria. Tú me diste alegrías insustituibles. Lo curioso es que de no ser por ti, no lo hubiera conocido a él: el Twitter.

Y siendo más sinceros aún, voy a revelarlo todo. Hay otro por ahí que también me ha hecho ojitos un tiempo, hará más de un año. Es muy guapo, dizque buena familia. Fresón. Pero...es taaaaaaaaaan estupidín. Se la pasa perdiendo el tiempo en tonterías. Es muy superficial, le importa bastante la apariencia. Me parece un tanto hueco. Me gusta verlo de vez en cuando y usarlo para presumir, o babosear, o procrastinar. De ese no te preocupes, no es nadie especial, quizás nomás esté de moda. Facebook no me quita el sueño ni me arranca suspiros como lo hiciste tú.

Te amo.

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(La mera verdad quiero ser bígama virtual, pero no se lo digan al blog, me lo estoy choreando un leve, ya saben cómo es esto.)

viernes, 17 de julio de 2009

¡Santas equivocaciones, Obama!

Tendrá problemas de visión corta, o bajo ángulo de.

Dos casos de la poca visibilidad de Obama. De que la caga sin querer, la caga.

Un ejemplo de que nada es lo que parece."Caught the wrong second of a two-second story."



Pero Sarkozy sí es un fisgón calenturiento, al parecer. (¡Ja!).No es que lo hubiéramos sospechado por Carlita Bruni, no, no.



¿Se le perdona todo por ser el presidente del gabacho?. Acabamos de acordar que es la primera vez (al menos en nuestra vida) que sentimos afinidad por un presidente gringo, pareciera que lo amamos, que todo va bien, por que está guapo, y tiene un perro nuevo, y familia flamante, y esposa aplaudida por diseñadores mundiales, tan maravillosa. Tan quebrantable. Tan frágil.