martes, 28 de octubre de 2008

Dejar de sentir

Si la mente nos puede engañar, el cuerpo no. La relación de ambos es casi perfecta -o patológica- en mi caso. No me había dado cuenta hasta hace poco más de tres años, cuando, noté que mis estados de ánimo afectaban mi salud. Leí notas en sitios paranormales-mágicos-holísticos-médicos. No sé si esté aceptado por la medicina occidental, pero recuerdo el dato: 85% de las enfermedades que padecemos inician en la psique.

Por ejemplo, cuando estoy triste y quiero llorar, me da gripa. Cuando hay algo de lo que quiero hablar y no puedo, estoy ronca. Cuando las cosas no me cuadran y le doy vueltas a una idea, me duele la cabeza al día siguiente. En alguna ocasión, estar indecisa entre seguir en un trabajo o cambiarme a otro me tuvo con un dolor espantoso en la base de la columna vertebral, como si no pudiera caminar. Era el primer día en la nueva chamba y el punzante dolor desapareció. Es algo distinto a ser hipocondriaca, es como si las emociones corrieran por mis venas y se proyectaran en mi cuerpo.

Hace algunos días mi cuerpo se rindió. Mi mente llevaba ya años queriéndolo convencer de que no tenía que alterarse en la presencia de él, que todo era su culpa, que el amor por él era sólo una idea, un recuerdo. Por fin dejé de sentir, besarle fue casi el equivalente a ver un mal programa de televisión, ya no hubo ráfagas de euforia, ni latir acelerado, ni esas ganas de desplomarme y gritar a la vez, nada, no sentí nada. Estoy aliviada.

viernes, 24 de octubre de 2008

Hace 70 años

Hace ya tanto tiempo, tuve muchísima suerte. Hay quien dice que en setenta años cambia un país, el mundo entero, y yo lo creo. Tuvo lugar otra guerra mundial, inventaron la bomba atómica (no se ha inventado una forma de pensar más rápido, pero sí una forma de matar más rápido), construyeron el muro de Berlín, EUA es la superpotencia y hace lo que su chingada gana se le da, surgió el rock & roll, llegaron los Beatles, se murió Javier Solís, llegaron los hippies, hubo gringos en la luna (literal), llegaron los punks, hubo devaluaciones del peso, tembló en el 85, el defe se llenó de gente y de autos, nacieron las pc's, tiraron el muro de berlín, en México se caían sistemas en la elecciones, adiós cassette-bienvenido-cd, pánico por el y2k, tiran las torres gemelas, EUA sigue haciendo lo que su chingada gana se le da, etc.

Y todo eso, lo ha visto mi papá. Hoy hace setenta años llegó al mundo para fortuna mía y de muchísima gente. El condenado se ha dado a querer con todas las personas que le rodean. Es el ser humano más noble que conozco, y es una lástima que yo no tenga ese asuntillo emocional de muchas mujeres que buscan una pareja como su padre. Para mí no hay hombre más recto y responsable que él, más leal, sin rastro de egoísmo.

Ha llegado a una edad en la que comienzo a sentir miedo, y percibo más claramente el paso del tiempo en él que en mí. Siempre vi con mucha lejanía la vejez de mis padres, tengo pánico al imaginar un momento inesperado en el que no los tenga a mi lado. Tal vez el detonante fue la reciente muerte del papá de una amiga mía, era unos años mayor que el mío.

Maldición, siempre quise crecer, y ¡oh la responsabilidad!, ¡la adultez!, ¡la libertad!...hoy añoro los días en que papá intentó infructuosamente enseñarme a andar en bicicleta, cuando me daba domingos, cuando me llamaba en diminutivos de nombres de mamíferos, y no quisiera que el tiempo siguiera pasando.

Felicidades papá (él no sabe de la existencia de éste espacio, pero no me importa), por estos setenta años de vida que han sido maravillosos.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Corte informativo

Ya hace algunos años había escuchado del "amero". Sin embargo, este video me dejó espantadísisisisisisisima. Si en 1999 alguien me hubiera platicado de una teoría de conspiración que incluía ataques terroristas que acabarían con las torres gemelas para legitimizar una guerra en Afganistán, no lo hubiera creído.

Sé que lo que informa el gringuito suena alarmista y exagerado, pero...pocas cosas me sorprenden ya, mi capacidad de asombro se ha ido reduciendo mucho con los acontecimientos de los últimos años.

¿El adiós del dólar y del peso? ¿el robo más grande de la historia?...¿será?

ACTUALIZACIÓN

Soy una crédula. De pronto al ver el video todo sonó maquiavélico y factible. Como muchos sepan a esta hora, nada de eso va a ocurrir, y el señor Hal Turner es un loco fanático más. En mi defensa puedo argumentar que considero al gobierno de los Estados Unidos capaz del acto más bajo y estúpido, por ello, caí redondida a lo expuesto en el video de arriba.

Sin embargo no se puede negar la existencia de la maldita crisis económica que va a llevar al baile a Gringolandia y las Europas. Y a un lugar mucho más feo a todos los demás (gracias potencias económicas, gracias). Pero no hay de qué preocuparnos, televisa y sus "artistas", nos dicen porque no:


"Nada es más grande que nuestro corazón"- Yo sí sé de algo más grande, el bolsillo de Azcárraga, por ejemplo.

"Haciendo lo que sabemos hacer mejor que nadie"- ¿enajenar a las masas? ¿venderse al mejor postor?

Yo estoy atacada de la risa.

jueves, 16 de octubre de 2008

Entonces, la culpa la tiene ¿quién?

A Ana le dijo su niñera cubana que era culpa de Fidel. Ana es una niña de nueve años, francesa, mamona, caprichosa, odiosa, la némesis encarnada de la Mafalda de Quino. Al igual que nuestra adorada niña argentina, Ana tiene un hermanito menor que la hace desatinar con su comportamiento distraído e irracional. Ana también vive a principios de los sesentas. Ana de la Mesa es la protagonista de la película "La culpa la tiene Fidel" de Julie Gavras (sí, es hija de Costa). En estos días que es tan ad hoc hablar del sesenta y ocho, de los ideales juveniles, de las utopías económicas, lo mejor sería ir a ver esta magnífica película. Explica de manera sencilla y a la vez sublime los conceptos "comunismo", "igualdad", "pobreza", espíritu de grupo" (tan devaluado actualmente). Se descubre desde la óptica de una niña.

Ana vivía plácidamente en un mundo de cuentos y princesas, de pulcritud y elegancia. Adora la clase de catecismo en la escuela de monjas a la que asiste, hasta que sus padres se vuelven comunistas. Ana está a punto de despertar del letargo de la vida despreocupada y egoísta. Los "rojos" y "barbudos" invadirán su casa, la mente de sus padres, cambiarán su vida. La primera parte de la película odié a ésta niña, de verdad. Sin embargo, al mismo tiempo sentí una empatía hacia ella. Todos somos/fuimos como ella. Despreciamos lo desconocido, lo que llega a retorcer las cosas como las sabemos y vivimos. Encerrados en nuestra zona de comfort. Sin ver alrededor.





Hay un par de anécdotas lindísimas en el filme. En una, Ana aprende que la línea divisoria entre fuerza comunitaria y borreguismo es delgadísima -"¿Cómo sé cuál es la verdad, cuándo debo unirme a los demás y cuándo ir en contra de lo que dice la mayoría?"-. En otra, los amigos comunistas de sus padres le explican que el mundo es como una gran naranja cuyos gajos deben repartirse de forma igualitaria entre todos los países del mundo. La niña empieza a preguntarse lo que tal vez todos nos hemos preguntado alguna vez:

¿Por qué hay pobres en el mundo?
¿Quién es culpable de la pobreza?

Ahora sabemos que el comunismo no solucionó nada. Que "parece" que los seres humanos estamos condenados a traicionarnos unos a otros en un egoísmo en masa. Que el poder destruye y retuerce cualquier ideología en servicio únicamente de quienes lo poseen.

Quienes queremos hacer algo...¿qué hacemos?. Yo no confío en las A.C. El dinero que gano es justo que lo gaste en mí, en mi familia, en lo que se me dé la gana. Pero quiero hacer algo distinto con una parte de él. Y en nuestro pobre país tan amolado, tan pasado-a-fregar con crisis económicas mundiales...¿Alguna idea? ¿Alguien más tiene esa inquietud?...

lunes, 13 de octubre de 2008

Festejos cumpleañeros

Sé que hacer una fiesta de cumpleaños es uno de los actos más egocentristas de la vida. No me importa, me encanta hacerme fiestas de cumpleaños, quizás, escarbando un poco en los recovecos de mi inconsciente, todo ese gusto provenga de que siendo niña no tuve nunca grandes fiestas, ni pasteles de tres pisos, ni payasos (pensándolo bien estos que bueno que no hubo), ni más de seis invitados, vivíamos en un departamento muy pequeño y mi madre pretextaba la falta de espacio cuando la verdad era que ni mi familia materna ni la paterna son muy festivas, mis parientes directos no bailan, no toman, no nada. Desconozco de donde me sale la vena dicharachera.

En cuanto nos mudamos a una casa grande quise hacer una fiesta, pero la inminente boda de una de mis hermanas, y el hecho de que nuestras pertenecias seguían en cajas, me negó la posibilidad.

Me organicé mi primera fiesta de cumpleaños un año después (que a la postre serían mis amargos 18). Fue horrible, llegaron únicamente como 20 zoquetes compañeros de Ariadna (mi amiga de la prepa) que se invitaron solos, se dedicaron a tragar los tamales que hizo mi mamá (acabárselos) y acto seguido largarse, yo no conocía a ninguno "¿es cumpleaños de alguien?". Ñoñérrimo y deprimente el asunto. Esa fiesta tuvo como antecedente una espantosa depresión de la que me urgía salir, cosa que pensé podía suceder de un día para otro. En la universidad aún no tenía amigos, era un bicho raro que estaba callada todo el tiempo y pesaba menos de 45 kilos.

A pesar del desastre, un año después lo volví a hacer (terca-terca), esta vez ya tenía amigos en la universidad e invité a cuanto cuate/conocido/ex-compañero de la vida pude contactar. No estuvo tan mal aquella ocasión, hubo comida, música lela y algunos llevaron alcohol. A quien quiero engañar, fue espantosa de nuevo, yo no podía beber a los ojos de mis padres, todos mis amigos formaron grupitos según la procedencia, se aburrieron pronto y todo acabó a la 1 de la madrugada.

Al año siguiente (mis 19) decidí hacer la fiesta en la casa de una amiga, y además junté el festejo con Michele, así la cosa no estuvo tan horrorosa. Fué un éxito, Erika (la dueña de la casa) invitó a sus amigos y aquello estuvo a reventar. En aquellos días yo era una niña sonsa que no toleraba ni un trago de cerveza...Ésta fue mi fiesta sin ser mi fiesta.

La llegada de los veintes fue mejor. Me emborraché con dos chelas y terminé abrazada a un árbol. Hubo mucha asistencia, mayoritariamente uameros. Es casi todo lo que recuerdo, aparte de ver al Rod vomitando unos arbustos (que no eran los mismos que abracé, mi pedez no era tanta). Dicen que en algún momento de la fiesta grité que iba a repartir besos a todo aquel que fuera soltero (borracha-borracha pero siempre respetuosa de lo ajeno). Creo que besé a dos antes de que mis amigos me arrastraran a una recámara a proporcionarme aspirinas y sermonearme con que *esa* no era yo. Infelices.

El veintiuno cayó en lunes y yo era una pobre recién graduada sin medio centavo buscando un servicio social no-esclavizador. Mis padres al día siguiente de terminar la carrera me quitaron todo subsidio, sobrevivía de las limosnas que con lástima y misericordia infinitas mi hermana mayor me proporcionaba. Los veintidós la pasé en chinga trabajando como mula en un proyecto de la UAM y Conacyt (mi primer trabajo-trabajo), así que sólo fue la banda del taller a mi casa a comer tacos al pastor que compramos previamente, pues ese día nos dimos el *lujo* de salir temprano de la chamba...a las once de la noche.

Los veintitrés son recordados por todos como LA FIESTA. Con recursos económicos suficientes hubo chupe, música, y comida hasta el amanecer. Ahora sé que caben más de 100 personas en mi casa. Mis amigos de la secundaria, preparatoria y universidad se reencontraron, los del trabajo asistieron a la primera fiesta comunitaria y todo el mundo fue feliz. Menos yo, a continuación una serie de enunciados incesantes y reincidentes que me dediqué a atender prestamente con la cara más amable que tengo. En otro color está lo que yo pensé (pero no dije) en aquellos momentos.

“Dónde esta tu teléfono” Te acabo de ver hablando por tu celular, encajoso del mal
“¿Tienes un trapo?, ya tiraron chela¿con una sóla chela ya andan perdiendo el equilibrio? ¿qué son? ¿niños de 6 años?-algo que nunca entenderé, ¿porque hay un piso limpio y de inmediato hay una imperiosa necesidad de ensuciarlo?
“ ¿dónde esta el baño?” seguro que no está en la cocina
“¿puedo dejar mi chamarra y la bolsa en tu cuarto?” ¿podrás?
“oye, explícale a mi amigo cómo llegar, te lo paso” ¿y el croquis que mandé te lo comiste?
“no hay lugar en tu calle, ¿dónde se estacionan mis amigos, si es seguro por aquí?” ¿tengo cara de valet parking?
“dónde hay más refresco?” ¿en el oxxo?
“¿dónde compramos chelas?” ¿en el oxxo?
“dónde está el oxxo?” Está a dos cuadras, sobre miramontes, ¿cuántas veces lo tendré que decir????
“creo que tu gato se escapó” ¡----! (infarto cerebral)
“esa vieja me tiró intencionalmente la chela en el hombro” deja de bailar como loca desaforada y seguramente no le tirarás la chela a nadie
preséntame a tu amiga la de rosa ¿no?” es la misma con la que te besuqueaste hace dos meses, idiota
“ ¿no tienes de otra música?” No, por desgracia toda es audible
“¿por qué no pones algo pa'bailar?” porque aquí mando yo y aún no tengo ganas de bailar
“¿por qué no ponen algo más rockeron?” porque justamente, lo acabo de quitar, gracias por llegar a querer hacer TU fiesta a la 1 am
ármate la vaquera para la segunda ronda” ármala tú, inútil, yo estoy buscando a mi gato
“creo que alguien vomitó afuera” No me quieras engañar, sé que fuiste tú
“El baño está está asquerosísimo, puedo ir al de arriba?” Sí, anda, ensúcialo también, ardo en deseos de limpiar doble

La casa quedó hecha un asco, y mi madre me hizo limpiar el baño, que estaba como de terminal de autobuses del sur. El grado de éxito de una peda es directamente proporcional al grado de cerdez que deja en una casa.

Antes de cumplir los veinticuatro años, toooodos mis amigos estaban muy insistentes preguntando que cuando era la “Magni-Chesta”. El caso es que ese año más que ganas sentía OBLIGACIÓN de hacerla. Mis padres me mandaron directito a la fregada en cuanto mis labios esbozaron un *ya se acerca mi cumplea...*. Así que busqué otra ubicación. No sé cómo me pareció buena idea un terreno en Xochimilco. El chiste me salio como en $4000 pesos, había que encarparlo porque es época de lluvias, rentar bocinas, mandar hacer los tamales (en mis fiestas siempre hubo tamales mmmm), comprar algo de chupe, etc. El imbécil que me rentó el terreno no lo cerró completamente y nos moríamos de frío. La novia ebria de un cuate tiró mi ipod y le fregó el lcd (después me compraron uno, pero casi me da un infarto) en ése momento dejé de tomar del pinche coraje. En fin, me libré de andar como guía de turistas en mi propia casa y de tener que limpiar bascas y quien sabe qué más...

El año pasado fui menos espléndida. Una amiga me dijo de un bar dónde podían rentarme la parte superior exclusivamente para mi fiesta. La cerveza estaba en 15 pesos, y en una locación, digamos, *céntrica-sureña*: entre insurgentes y barranca del muerto. Sólo tuve que pagar una botella y listo. Todo iba bien hasta que me dí cuenta que era un lugar fresa a más no poder. El Dj puso todo el pop del momento que estuvo al alcance de sus pueriles manitas. Tres veces le llevé el ipod exigiendo que toooda la gente de la zona de arriba (4/5 partes de las personas que había en el lugar) quería escuchar otra cosa. Ponía dos rolas y regresábamos al mágico mundo RBD. Quise vomitar pero sin una gota de alcohol ingerida, pues algunos de mi confianzudísimos amigos tuvieron a bien acabarse una botella de vodka (la que había comprado para reservar) en media hora.

Algo me dice que soy masoquista de fiestas, prefiero que los demás se diviertan en mi lugar, soy excesivamente servil, me preocupo de forma exagerada por los demás, me estreso. Padezco algo que podría denominarse “mal del hobbit”/“complejo Bilbo Baggins”. Mis fiestas me gustan, pero suelo encontrarles más defectos que virtudes, y me quejo a morir ya pasado el tiempo, en cambio, mis cuates hablan maravillas de tan magnos eventos sociales y esperan ansiosos el del próximo año.

Supongo que el recuerdo de aquel reventón de los veintitrés es lo que me hace querer seguir reuniendo gente en mi nombre. Todos sabemos que un cumple es un puritito pretexto, una fiesta garantiza a los asistentes poco desembolso económico, inmediata admisión al lugar (no hay cadeneros ojetes), y si se puede y la anfitriona es buen pedo, o atarantada como yo, comida gratis.

Ser el centro de atención y que todos te abracen y sean ridículamente amables me encanta, es la única vez en el año que tengo el incuestionable derecho a hacerlo. También reconozco que me gusta que me canten las mañanitas, los brindis en mi nombre, ver a todos mis amigos juntitos siendo todos tan distintos y lejanos unos de otros.

Tal vez ya no organice fiestas como aquellas, soy vieja. Lo que es prudente en gente de mi edad es convocar a los amigos en un bar y tan-tan. Por eso este año decidí hacerlo así. Mi único problema fue que, al ser la primera en llegar y sentirme liberada de dar indicaciones y andar de mesera, tomé muy rápido y desde temprano. Sí, por segunda vez me puse peda en mi cumpleaños, aunque ahora, seis años después, no puedo argumentar una falta de experiencia en el supremo arte del beber. Lo que es aún peor...no recuerdo casi nada. Al igual que los otros años, ellos dicen que se divirtieron mucho...

jueves, 9 de octubre de 2008

El narcopriísmo es lo de hoy

Estoy muy molesta y desilusionada. Aunque se presuma que en las elecciones del domingo reinó un ambiente pacífico y con un número reducido de anomalías, la realidad es que la jornada electoral se vivió con tensión. La siembra de miedo y los actos de amenaza lograron su propósito, el daño ya estaba hecho. La gente salió a votar por candidatos apadrinados por el narcotráfico, mayoritariamente los abanderados del revolucionario institucional, no hubo necesidad de robar urnas o embarazarlas. Guerrero, un estado en el que siempre la violencia ha estado presente, se caracterizó por ser uno de los bastiones primigenios y más importantes del PRD, y es donde el fin de semana, el PRI recobró el lugar de primera fuerza política.

El lugar donde me encontraba fué uno más de esos municipios en los que el PRI recuperó la alcaldía. Sentí rabia al no entender cómo es que la gente votó por un corrupto que se enriqueció hace diez años cuando fue presidente municipal por primera vez, y que en ésta campaña se vendió al narco. ¿"Cada país tiene al gobierno que merece"?. La “victoria” la obtuvieron en las comunidades más pobres y marginadas del municipio, donde el padrón está integrado por no más de sesenta personas, donde pagaron dos mil pesos por voto. No sé, tal vez tenga que ver también con las altas expectativas: con el PRD no vieron el cambio mágico que esperaban (en 3 años), seguramente a unos cuantos les pareció mejor regresar al diablo conocido. A esto hay que agregar que dos días antes de la elección, algunos sujetos descargaron en el zocalito varios cartuchos de grueso calibre durante la madrugada.

Uno de los habitantes del pueblo (la cabecera municipal) me platicó algo que ignoraba del narcotráfico en la zona guerrerense. Es la principal del país y ocupan mayoritariamente a niños y jóvenes en la recolección de la *goma* de la amapola, pues sus dedos son más delgados y se les facilita...¿la educación básica?, bien, gracias.

La casilla de la cabecera municipal...los del ife me regañaron por tomar fotos (¿?)

Una cuidad vecina: Teloloapan, hasta su madre de policías cuidando la elección

El miedo no anda en burro, así sale el ejército a tirar la basura

Teloloapan, casilla junto a la carretera

No me sorprendería que esto ocurra en todo México. El PRI es un gigante dormido. Que en los últimos años no sepamos mucho de ellos y se muestren como un partido "pacífico", "unido" y bien organizado (o por lo menos sin divisiones notorias) no significa que esté renovado y haya logrado quitarse todas esas viejas mañas y tranzas del pasado. El PRI siempre va a ser el PRI. El asquero, autoritario, represor, comprador de votos (siempre me ha reventado que se usen los programas sociales como medio de compra de votos...ahora creo que es la forma menos culera de hacerlo), ladrón. No es algo que se deba olvidar. Sé que ni el PRD ni el PAN han sido ejemplares en su gobierno, pero parece que se olvidó muy fácil setenta años de los malos/malísimos mandatos del tricolor. Lamentablemente los otrora partidos opositores, se han enfrascado en guerras internas y divisiones que sólo les han acarreado perder el espacio que tantos años (y vidas) les costó ganar.

Tal vez sean mi enojo y desilusión son los que me hagan parecer tan parcial...pero...¿aliarse con el narco?, es demasiado.

lunes, 6 de octubre de 2008

Gracias a la vida


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco, (tal vez no tanto)
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo, (aunque sea poco común)
cuando miro el fondo de tus ojos claros.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.


Hoy es mi cumpleaños, el día está hermoso. Regresé ayer de un viaje corto, pero harto ilustrativo, lleno de recuerdos, nostalgias, alegrías, tristezas. No puedo más que agradecer (no sé a quién, a quiénes o a qué) el poder disfrutar cada día de la vida. Posteo la canción "Gracias a la vida", pues casualmente le gusta mucho a uno de mis tíos, y la veníamos escuchando en la carretera frondosísima, verde, maravillosa, de Guerrero. La escuché mientras veía esos paisajes que tanto adoro...




Últimamente me he dado cuenta que tengo muchísimas cosas por hacer, y hoy que comienza este nuevo año de mi vida, estoy impaciente por llevarlas a cabo. Quiero ser más alegre, más optimista, vivir con menos miedos, con mayor fluidez, sin ataduras, sin prejuicios.

El año que ha terminado me ha dejado mucho, nuevos amigos, a los que agradezco tremendamente esos pequeños ratos de felicidad, risas, anécdotas, y pláticas ingeniosas.

Y a los que han estado conmigo desde hace algunos ayeres, de nuevo gracias, por soportarme, por seguir formando parte fundamental de mi existencia, porque son ustedes los que mejor me conocen, y los amo.

Cada año parece pasar más rápido, pero no por eso menos sustancial.

Gracias. (aunque luego ande renegando...)

miércoles, 1 de octubre de 2008

Mi México chico, Infierno grande

El 5 de octubre habrá elecciones en Guerrero. Se renovarán diputaciones y alcaldías (presidentes municipales, pues). Mi familia, enterita, es de un pequeño (pequeñísimo) pueblo al norte del estado. Carente de grandes atracciones turísticas o industria, el sostén de muchas familias son las remesas, la siembra, el ganado, el mini-comercio, entiéndase pues que no es un municipio importante en el aspecto económico, ni en otros. Es un lugar alejado, del que guardo algunos de los mejores recuerdos de mi vida y los amigos más sinceros que tuve: los de la infancia. Desde niña ir a ver a los abuelos al pueblo representaba el más divertido y regocijante de los escapes, a mi llegada se corría la voz, y una veintena de niños de todas las edades corrían a recibirme. Era algo así como su "Wendy", les ponía juegos, les contaba cuentos.

Éstas fotos son como de hace 7 años, las tomé trepada en el tejado de la casa de los abuelos con una ya prehistórica cámara digital.

Con un chingo de zoom, una de las secundarias del pueblo, sólo hay dos

Las fotos están retepinches, en comparación con lo chingón del paisaje

De aquí se ve parte del techo de la casa abuelezca, la tiendita de la esquina, y lo que no falta en un pueblito: la iglesia

Es un lugar lleno de carencias. Donde había visto a la gente más pobre (y lo peor, hoy sé que no es la gente más pobre del país). A raíz de que muchos de los habitantes han migrado al gabacho, los campos están semi abandonados (cosa que sucede en muchas regiones de México), sin embargo, el campo que aún produce no genera maíz o frijol o frutas y verduras de la región, no eso ya no. Ahora es mota y amapola.

Resulta pues que se ven Hummers por las calles, gente foránea portando cuernos de chivo (las armas), e impera un ambiente de miedo. Sí, son los narcos (no es nomás porque las hummers sean el vehículo más horroroso y estúpidamente caro que haya visto-sin tomar en cuenta su *seguridad*-). Y en lo que antes era un lugar apacible, hoy sólo se respira temor y servilismo. Hay un interés desmedido e ilógico en ganar la presidencia municipal, como nunca lo hubo. Se están comprando votos hasta en dos mil pesos cada uno...¿de dónde sacan los raquíticos partidos políticos regionales tales sumas de dinero para la compra de votos?, ¿dónde quedaron los 200 pesos que el PRI “regalara”-tan de buena fé- hace tres años?, pues sí, de nuevo, del narco. El narcotráfico está detrás de las campañas políticas de un gran número de candidatos, como benefactores y padrinos. Y ha cobrado ya una víctima. Tal vez sea difícil de comprender para nosotros los defeños el miedo y la histeria que provoca el narcotráfico en provincia.

No polemizaré con el tema de las drogas. Lo que de verdad me jode es la violencia y cómo se manejan las finanzas y ajustes en el narcotráfico. Estoy lejos de entender si su legalización -en nuestro Méjico taaaan Májico- sea la solución a la mafia deshumanizada y canicera que nos ha colmado el plato. Además, teniendo a Estados Unidos de vecino, pffff, la legalización me parece el más pacheco de los viajes.

Yo conozco (y aprecio mucho) a uno de los candidatos a presidente municipal de ese pintoresco pueblito guerrerense. No tiene vínculo alguno con narcotraficantes, e inclusive, aunque lo perjudicara, se negó a aceptar el apadrinamiento de ellos a cambio de “favores” post electorales. A pesar de tener el mayor número de simpatizantes de la región, algunos de ellos están dudando en votar por él porque tienen miedo de lo que el narco pueda hacerle si no coopera con ellos (cosa que no hará). Ni siquiera es alguien con carrera o mañas políticas, es un médico veterinario con esas ganas que tenemos muchos de hacer las cosas de forma distinta, que se hartó de ver despojos e indiferencia de su gobierno.

El otro candidato es el que está recibiendo todos los beneficios ecónomicos por lamerles el culo a los comerciantes de estupefacientes (¿se nota que ya me cansé de escribir la palabra narco?), ha sido presidente municipal del mismo lugar hace dos legislaturas (no tenía idea de que éstos se pudieran reelegir pero no de forma consecutiva), sospechosísimamente después de ello resultaron entre sus propiedades camiones de volteo, maquinaria millonaria, y varios “terrenitos”. Adivinen de qué partido político es uno y de cual es el otro.

De momento me parece como un poco, nomás tantito, la historia del país entero, pero en versión chiquita. México chiquito. Y estoy preocupada.