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lunes, 15 de febrero de 2010

AMISTAD (o las segundas partes nunca han sido buenas)

Acabo de llagar de un baby shower. Otro de mis amigos va a ser papá, sí OTRO. Así que el hecho de que tal reunión se organizara justamente el 14 de febrero me hizo olvidar todo el día la emotiva festividad que tantos odios -embarazos, ETS- acarrea.

Llego a casa, me siento extraña. De buen humor pero... blah, es de esa clase de emociones difíciles de explicar y que la forma más elocuente que encuentro es decir cómo NO me sentía: contenta. Entonces vengo al blog y busco qué escribí hace dos años acerca de tan condenado día. Oh, todo es tan distinto hoy. ¿Es triste? ¿previsible? ¿natural?. Mientras lo releo me llama la protagonista de ese post. "No puedo ir a comer contigo mañana, es que es cumpleaños de mi jefa y vamos a ir con ella". Le contesto que no hay problema, que otro día será, pero en realidad ya no me interesa mucho. Desde diciembre se ha postergado tal encuentro. "Es que justo hoy quedé de ir a comprar los regalos de Navidad con mis compañeros de trabajo al centro comercial". "Es que...". Pff. Sniff.

En la parte inferior del post escribí los nombres de todos mis amigos con tipografía blanca (como secretito, ji ji). Hoy los reviso y... úchalas, ya no son los que eran. Muchos de ellos me representan sólo un manchón de tinta -y encima, "tinta BLANCA"-, una cara conocida, anécdotas blureadas. Otros ya ni siquiera deberían estar en dicha lista. No lo digo por aquellos que dado el acomodo cronológico merecen el lugar aunque ya no sepa mucho de sus vidas.

Bueno, está bien, el chisme.

A mis amigos de la secundaria es perfectamente normal que ya no los vea. Uno vive en provincia -ni siquiera recuerdo el lugar- otro es un médico atormentado y quejicas, que a pesar de vivir en el De éfe nunca se ha dejado ver -por nadie- "es que la clínica, es que la clínica", a los demás les perdí la pista. Una de ellas me mandó un interesante mail hace unas semanas, el título "Noticias de Fulanita". Me cuenta que de momento está en Oaxaca -ah, ella también es médico-, sufre porque no está cerca de su esposo -se casó a los 22-, me habla de su hermano menor en Europa, sus planes hijísticos a futuro. Aprecié que me mandara el mail, sobre todo porque me dijo también que casi no entra a internet. Lo que me sacó de onda es un "te quiero" al final. Aún no le he contestado. ¿Qué le digo en seis líneas a alguien cuya última vez que vi fue hace casi 5 años en su boda?

De ahí en adelante mis amigos tienen mayor presencia en mi vida. Pero "el camino nos lleva por senderos diferentes" y todo vale madres. Yo a veces le saco a ir con mis amigos de la prepa-universidad pooooorqueeeeee:

Hay un desfile de triunfos y pláticas donde todo es perfección, como si los años de convivencia y confianza se hubieran tirado al caño. La puritita medición del éxito. Sé que aunque me estuviera quedando sin un quinto, tuviera gangrenada una pierna y mi gata hubiese orinado encima de mí -y en la gangrena-, no se los diría en esas tertulias. JAMÁS. Y tal vez de ninguna otra forma.

Y es horrendo, absurdo, que a muchos de ellos ese cambio de actitud, mentalidad o cómo quiera llamarlo lo achaque a su estatus marital-sentimental (justo como a la protagonista de aquel post). Y no, no hablo desde ningún tipo de envidia. Está comprobadísimo que las parejas tienen menos tiempo para... lo que sea. Los solteros movemos al mundo. Bueno, NO. Pero tenemos más tiempo para salir, conocer, viajar. *Disponibilidad*. Por eso cuando conozco a alguien casado-aparejado que puede salir sin su látigo, que cuando platica de su vida puede DESLIGARLA de la vida de pareja, quisiera ponerme de pie y aplaudir la independencia maravillosa de una relación sana y sin apegos psicópatas y miserables. Sobre todo, y lo digo con tristeza ya que soy idealista, porque la mayoría de las parejas que conozco son producto de:

A)Solo con mi soledad.- entiéndase, mi desesperación es tal, que ando con él/ella porque dos días conmigo/a mismo/a son insufribles. Efecto secundario 1: suicidas potenciales si la relación termina. Efecto secundario 2: léase el inciso C.

B)Soy emocionalmente débil.- tradúzcase como: Necesito a alguien con quien pueda estar constantemente quejándome, llorando, platicando, mi apoyo moral, emocional, espiritual, PERO EN EXCESO. "Ay, amor". Mi receptáculo más fiel de quejas, miedos y frustraciones. Síndrome de princesa en la torre (r-e-s-c-á-t-a-m-e). Yo perdí a dos amigas así.

C)Estaba borracho/a y en una fiesta.- A este le llamo "No sé cómo llegué aquí". Es cuando un atarantado/a termina enredado/a en una relación sin saber cómo. "Les juro por dios que nunca voy a andar con él/ella, nomás es un free". Yo les digo semanas después: "parece que él/ella fue más listo/a". Los efectos secundarios de este inciso son un tanto crueles. Nunca saben cómo salir de ahí tampoco.

D)La tarjeta de crédito.- Ps el puritito interés, -cualquier interés aplica-. Este es peligroso, se disfraza de un enamoramiento intenso. No confundir la natural admiración con "te voy a usar como muleta/banco/escalera/trofeo". Y menciono la admiración porque la creo ingrediente esencial para eso del amorcillo.

E) Hormona mata TODO. "Es que no puedo dejar de coger". Agréguense subincisos como: E.1.-Nadie más quiere coger conmigo E.2.-No he cogido con nadie más en la vida y ya me acomodé aquí E.3.- De verdad no puedo dejar de coger y mis free's no me alcanzan (y esta pareja es la única que se hace de la vista gorda).

También están los novios bonitos y esas historias lindas que son menos tarugas y poco criticables. Por eso a veces me pregunto qué tan válido (o difícil) es encontrar a "esa persona especial" y echarlo todo por la borda, cambiar tu mundo completamente y compartir la vida cuasiexclusivamente con ella. Sólo se me ocurre que debe ser alguien maravilloso, indescriptible, la GRAN conexión, el zoquete del que no te aburrirías nunca aún cuando ya no se es víctima adicta de oxitocina (o cualquier hormona relacionada). Pero igual y son figuraciones mías, además de que estadísticamente es poco probable -pero no imposible-. Pero y yo qué sé -pero a lo mejor creo sí lo sé-. ¿Pero y si no? -¿pero y si sí?-.

-(Debería crear una nueva etiqueta que diga "Uso el blog para quejarme a lo güey", ah, no, para eso era.)-

Entonces les digo: Bienaventurados aquellos que conservan a sus amigos y no se absorben en la relación parejil dejando todo de lado, porque de ellos será el reino de los sensatos.

A manera de epílogo:

Los amigos que han llegado a mi vida últimamente son distintos. A ellos no me une el fortuito grupo escolar o la ubicación de vivienda. Llegaron por coincidencia de ideas y proyectos. Porque compartimos algo más que las anécdotas de la escuela o la oficina.

viernes, 27 de marzo de 2009

¿Porqué estaré tan irritable últimamente?

Hostil, odiosa, fúrica. llevo casi quince días así. Bueno no, como muchos meses, pero ahora el asunto es exacerbado. Las posibles causas:

A) Tengo mucho trabajo y la presión me estreeessssa. No duermo bien, vivo de madrugada, duermo cuatro o cinco horas diarias (los días que me va "bien").

B)Descubrí de la forma más triste y patética que un amigo mío no es digno ni de la más minúscula confianza. Ya lo regresé al terreno "cuateril", de seguir así lo regresaré al baldío "lo conocí en la chamba", dentro de una semana. Y todo por dinero, el cochino dinero. Nunca voy a enteder como la gente se mata trabajando y no VIVE (uy, sé que me contradigo con lo de arriba), pero en el caso específico de él, no habla de otra cosa. "Este frelance, aquel freelance, todos vamos a morir, nos van a correr, qué vamos a hacer, a cuánto cobro esto, quiero meterme a este proyecto". No tengo nada en contra de la gente así. Pero cuando me piden un favor con metiras y engaños para lograr el puritito interés económico (y ya de paso chingar), yo me siento muy mal, siento como que le ponen signo de pesos a la amistad. A raíz de este suceso me he puesto a pensar en todas las veces que le he prestado dinero, ayudado, regalado algo. Es horrible ponerse de cuenta chiles con un amigo, antes no me importaba. Por cierto, y si lo lees "examigo", me choca, me purga, me revienta, que esperes a que vaya a comprar cigarros para pedirme uno, dos, tres, cuatro o más, diarios. Ya, si quieres ser vicioso págate tu adicción, estoy basante cansadita de que nos talonees los cigarros (porque además la lindura de muchacho trae cajetillas que deja a propósito en su auto).

C) Mi padre envejece. Me empieza a dar miedo el futuro. A diferencia de mi adolescencia cuando todo era prometedor y lejano, hoy veo a mis padres achacosos y el tiempo se me cae encima. Mi papá chocó antier, en cuarenta años ha chocado dos veces. Sé que no fue culpa suya, basta saber contra que chocó: el auto tiene un inconfundible rayón verde en ambas puertas de lado izquierdo. Un puto microbús, puto, puto y reputo conductor adolescente de microbús. Los tipetes que iban con el "chofer" quisieron amedrentar a mi papá y no sé que tanto le dirían, el no nos contó porque para él eso es hacerse el chillón. Y fue un problema ocn el seguro y casi se van a la delegación. No pasó nada más, sólo la perdedera de tiempo, coraje, y pago de deducible. Mi papá ya no quiere conducir de noche, no ve bien, y con esto menos. Está enflacando, creo que estamos a punto de tener el mismo peso.

D) Es primavera. De pronto estás en un lugar caliente. Qué horror. Y no hablo de la temperatura del ambiente, sino de algo como esto. No sé que me "pone" más si el invierno o la primavera. En invierno que porque hace frío y toda la gente desea estar en su casa, bebiendo chocolate, acurrucándose al ser amado (o a lo que se deje), y hacer cositas. En cambio en la primavera la ropita delgadita, la onda calurosa, ese sudorcillo incómodo de las tres de la tarde, esa urgencia por quitarse la ropa, ese cielo azul, ese cantar de los pájaros...Me pasa como al sujeto de rojo de éste video. "Five...to be lying, six months...Its not all bad, Im learning to appreciate the smaller things in life: like the song of a bird, the color of the sky"...

E) ¿E?. El Orange crush ha sido, es, y será un c-r-a-s-h. Pero qué bonito lo cripteo, caray.

Mientras escribo esto, tembló. La mayoría está demasiado dormida para darse cuenta. Ni en los periódicos ha salido la noticia, pero resultó muy eficaz la página del sismológico nacional. Por si un día quieren saber si es que han bebido demasiado, o tienen sueño, o están embarazadas, o les hacen falta vitaminas, o sólo es un temblor más que aqueja al querido Distrito Federal, y lo ueiren corroborar de YA. Por un momento pensé que me estaba mareando. Qué bueno que no.

miércoles, 25 de marzo de 2009

D.F. Blues (o de cuando la gente se proyecta con un libro)

Tokio Blues. Me lo regalaron en mi cumpleaños y lo he leído dos veces. La primera vez me deprimió, me recordó a Mario, quien justamente hoy cumpliría 29 años. Yo prefiero acordarme de él en sus cumpleaños que cuando llega el aniversario luctuoso. En las primeras páginas del libro, Watannabe (el protagonista) pierde a su mejor amigo de la preparatoria cuando éste se suicida.

Por otro lado, tiendo a proyectarme mucho con las historias, personajes, anécdotas, del cine, la literatura, la televisión (¿alguien no?). Hoy que estaba leyendo el libro, me encontré con una situación similar a lo que me ha pasado últimamente.

"A las tres y media me dijo que tenía que irse, que había quedado con su hermana en Ginza. Los dos caminamos hasta la estación del metro y allí nos despedimos. En el instante de separarnos, ella me introdujo una hoja de papel doblada en cuatro en el bolsillo del abrigo. Me dijo que la leyera al regresar a casa. La leí en el tren.

'Te esto escribiendo esta carta aprovechando que has ido a comprar unas Coca Colas. Es la primera vez en mi vida que le escribo una carta a alguien que está sentado en un banco a mi lado. Pero es la única manera que he encontrado para comunicarme contigo. Por que apenas escuchas lo que digo, ¿no es cierto?

Hoy me has hecho algo terrible. No te has dado cuenta siquiera de que he cambiado de peinado, ¿verdad? Después del tiempo que he tardado en dejarme crecer el cabello, a finales de la semana pasada por fin logré hacerme un peinado más o menos femenino. Pero tú no te has dado cuenta. Y yo que pensaba que estaba bastante mona y que, después de estar tanto tiempo sin vernos, te sorprenderías...pero no te has fijado. Esto es el colmo, ¿no crees? Quizá no recuerdes que ropa llevaba puesta. Yo soy una chica. Por más cosas que tengas en la cabeza, ¡podrías prestarme un poco de atención! Hubiera bastado una frase del estilo "Te sienta bien este peinado"

Por eso te he dicho una mentira. No es cierto que haya quedado con mi hermana en Ginza. Hoy pensaba pasar la noche en tu casa. Dentro del bolso llevo la pijama y el cepillo de dientes ¡Ja Ja Ja! Parezco idiota. Si no me has invitado...En fin, te importo un rábano, y por lo visto quieres estar solo, así que te dejaré en paz. Quémate las cejas pensando lo que te dé la gana.

No creas que estoy enfadada contigo. Sólo estoy muy triste. Porque tu has sido muy amable conmigo y yo no he sabido ayudarte. Tú siempre estás encerrado en tu propio mundo cuando llamo a la puerta, "toc, toc", te limitas a volver la cabeza antes de encerrarte.
Ahora te acercas con las coca colas. Parece que tienes la cabeza en las nubes. He deseado que tropezaras, pero no te has caido.
Ahora acabas de sentarte a mi lado, te está bebiendo la Coca Cola a sorbos. Deseaba que al volver hubieras caído en cuenta y me dijeras: "¡Anda, pero si te has cambiado el peinado!". Pero no ha habido suerte. Si te hubieras fijado, habría roto esta carta y hubiera dicho "vámonos a tu casa. Te haré una buena cena. Y luego nos iremos a la cama los dos muy juntitos.". Pero eres tan insensible como una plancha de hierro.


Adiós.

P.D. A partir de ahora, aunque me veas en clase, haz el favor de no dirigirme la palabra.'

La llamé por teléfono desde la estación de Kichijoji, pero no respondió nadie. Cuando fui a hacer la compra para la cena, volví a telefonear a Midori. Contestó su hermana y me dijo que Midori todavía no había vuelto y que no sabía cuando regresaría.

...

La en la clase del miércoles. Vestía un jersey del color de la artemisa y las gafas obscuras que acostumbra llevar en verano. Estaba sentada en la última fila, hablando con una chica bajita con gafas que había visto antes. Me acerqué y le dije que, después de clase, quería hablar con ella. Efectivamente el peinado de Midori era mucho más femenino que tiempo atrás.

-He quedado.- Negó con la cabeza.
-No te entretendré mucho. Sólo serán cinco minutos- dije.
Midori se quitó las gafas y entornó los ojos. Parecía estar mirando una casa en ruinas a cien metros de distancia.
-No quiero hablar contigo. Lo siento.
La chica de las gafas me miró como diciendo: "No quiere hablar contigo, lo siente".

Me senté en el extremo derecho de la primera fila, atendí a las explicaciones del profesor (generalidades sobre la obra de Tenneesse Williams y su importancia en la literatura americana), y una vez que terminó la clase, conté despacio hasta tres y volví hacia atrás. Pero Midori ya había desaparecido.

Sin duda, abril es el peor mes para estar solo. En abril, a mi alrededor todo el mundo parecía feliz. La gente se quitaba los abrigos y charlaba en los rincones soleados, jugaba a la pelota, se enamoraba. Yo estaba completamente solo. Naoko, Midori, Nagasawa: todos se habían alejado de mí."

domingo, 8 de marzo de 2009

En este blog le decimos NO al autoboicoteo profesional

Porque a la gente (y yo soy bien gente) siempre le da por hablar acerca del tema en el que está sumergido hasta la coronilla.

Hace unos días empecé a sentir un miedo que yo pensaba estaba guardado en el cofre del pasado. El miedo a no dar el ancho. A cagarla, pues. Profesionalmente hablando he tenido mis crisis, pero nunca, desde que salí de la universidad y empecé a trabajar, esas crisis han tenido como raíz la desconfianza en mi capacidad. Ésta vez es debido a la oxidación. Dejé de manejar y utilizar ciertas herramientas porque me especialicé en otras. Adiós 3D, hola multimedia.

Entre los consejos que han entrado a mi cabeza, el mejor de todos (no por lo positivo sino por lo certero), me lo dió alguien muy sabio, alguien que no está ni ni remotamente cerca de mi campo profesional. Yo esperaría éste tipo de claridad en alguien de mi ramo, alguien que, sabiendo cual es el trabajo a realizar y mi terquedad ante los retos, me dijera lo que esa persona me dijo. En parte posteo esto como pedrada para esos "colegas-amigos" que a veces en lugar de ayudar, pareciera lo contrario. Tendría que acotar también que la mayoría de los diseñadores somos bien divas (por si alguien no lo sabía), muy competitivos, y algo envidiosos. Con sus excepciones y exageraciones.

Posteo la conversación (que además fue por messenger porque esta semana Regina y yo somos simbióticas-mucho trabajo, ¿ya lo habia dicho?-), por que me imagino que muchas veces todos nos hemos sentimos así: que nos hacemos pequeños, pequeños, pequeñitos, y en lugar del bosque mágico se abre una puerta a la dimensión desconocida del freelance monumental... recordemos que generalemente hay alguien que ha pasado por lo mismo y puede ofrecernos su experiencia y erudición:

Ella dice: (02:19:25 a.m.) y además me quedé pensando en lo que dijiste hace rato y no por quitarte el tiempo. pero tengo una historia

Olga dice: (02:21:01 a.m.)aja, dime

Ella dice: (02:21:12 a.m.)Una vez, en un freelanceo me ofrecieron hacer un %%%%%. Yo no sabía de qué era, pero quedé muy formal con mi amigo que me imploró mi ayuda por el corto tiempo que tenía para tener listo el %%%%%.

Ella: (02:22:14 a.m.)a la mera hora me fui enterando de que era uno de los %%%% más complicados que en -la profesión de mi amiga- existen, y el suyo lo era aún más porque era de cosas de tecnología ------------------------------- era como hacer tres en lugar de uno.

Olga dice: (02:22:32 a.m.)aaaay cabrón
Olga dice: (02:22:38 a.m.)yo me desmayo con algo así

Ella dice: (02:23:05 a.m.)a mí me dio pena decepcionarlo y acepté. Luego me arrepentí porque no tenía idea cómo coño se hacía y la mayoría de mis amigos tampoco porque es un %%%%% que de tan complicado, rara vez se hace en México

Ella dice: (02:23:24 a.m.)e igual que tu dudé mucho, pero me puse a hacerlo como Dios me dio a Entender...

Olga dice: (02:23:45 a.m.)aja

Ella dice: (02:24:09 a.m.)lo terminé e hice que lo revisara el maestro que tuve más cabrón que se que trabaja en eso. El resultado fue que, según el, era mucho mejor que muchos de los %%%%%% que habían hecho sus otros colegas.

Ella dice: (02:24:33 a.m.)la cosa aquí, Olga, es: no dudes de , ponte a trabajar y lo demás sale por añadidura

Ella dice: (02:25:13 a.m.)te ofrecería toda mi ayuda en lo que tienes que hacer, pero me es imposible. Así que creo que esto es lo mejor que puedo hacer por : deja de dudar de y trabaja... no hay más. Yo dude taaanto de mí, y al final, sólo trabajando salieron las cosas. Estoy segura que igual será contigo, y si ahora me gustas dejar de hablar para ponerte a trabajar (que insisto, no quería quitarte tiempo a lo bruto) estará bien, sólo que me quedé pensando en y Olga, no se vale que te autoboicotees. Es más, si te lo digo culero, ni siquiera tienes por qué creer en tí, sólo ponte a trabajar, todo lo demás llegará solo. Como dijo Einstein: la genialidad es 90% transpiración y 10% insipiración.

Y he andado en chinga desde entonces.

!Gracias amiga y brillante mujer!

jueves, 19 de febrero de 2009

Los extraños designios del blog

Emilio escribió un post lleno de verdades: a veces pareciera que estamos cerca del ocaso blogueril. Blogs nacen, se tornan *aburridos*, se llenan de redundantes anécdotas, se vacían, se espacian, el autor /a se enamora y lo abandona, se da en la madre y regresa buscando consuelo, termina cansándose de él, ha pasado la euforia del inicio, requiescat in pace.

Lo mismo sucede con los lectores, seguramente se hartan de leer, no tiene tiempo de, esperan reciprocidad, descubren con el paso del tiempo que en realidad odian al bloguero que leen y que si lo conociesen le escupirían el rostro por obtuso...¿no les ha pasado eso?, primero AMO tus letras-luego ¿te hicieron una lobotomía?. Ó un “me encanta cómo habla este güey de la melancolía...(tres meses después)...chale, alguien llévele prozac”.

Desde que abrí la maraña la lista del blog roll fue creciendo y no borré a ninguno. Admito que no soy muy cuidadosa y no lo he actualizado desde hace meses, y el criterio para agregar blogs fue cambiando con el tiempo, empezó con los blogs que solía leer hace años (españoles), luego empecé a añadir a mis amigos, blogueros que me comentaban y yo a ellos (justo como lo describe Emilio), luego a los que fuí conociendo en reuniones blogueriles, y luego se me olvidó. Ya no sé cómo re-organizar mi blogroll. También he pensado en que ya chole con el diseño de este espacio "¿es diseñadora y tiene un template tan austero?", sí, lo sé, soy una huevona. Espero que en las próximas semanas pueda cambiarle la fachada y organizar-renovar mis links.

Extraño la época de hace justo un año. En la que la espera se llenaba de ansias por la tardanza de alguno con su post. En la que escribíamos más seguido, porque aquí vertíamos nuestros secretos, miedos, anécdotas, amores torcidos (en el caso de los que funcionan a modo de bitácora personal). Soy el mejor ejemplo de ello: con un putero de trabajo a cuestas y una mente inundada de obsesiones, poco puedo postear y menos aún dar el roll como antes lo hacía, hoy soy consciente de que hay miradas que analizan, juzgan, critican, apoyan, se preocupan (y luego con eso de que hubo quienes vinieron a dar con mi blog...). Ahora que he construido lazos de amistad con algunos, hay veces que de antemano sé de qué van a escribir y viceversa.

Sé que mi estado de ánimo de los últimos meses ha sido depresivo y hartante. Yo misma me he hartado de mí. Esto obedece a una inquietud que traigo en la cabeza desde hace algún tiempo, pues me dí cuenta que algunos que tenía linkeados me han borrado de sus listas. Ni hablar, uno no es monedita de oro.

lunes, 13 de octubre de 2008

Festejos cumpleañeros

Sé que hacer una fiesta de cumpleaños es uno de los actos más egocentristas de la vida. No me importa, me encanta hacerme fiestas de cumpleaños, quizás, escarbando un poco en los recovecos de mi inconsciente, todo ese gusto provenga de que siendo niña no tuve nunca grandes fiestas, ni pasteles de tres pisos, ni payasos (pensándolo bien estos que bueno que no hubo), ni más de seis invitados, vivíamos en un departamento muy pequeño y mi madre pretextaba la falta de espacio cuando la verdad era que ni mi familia materna ni la paterna son muy festivas, mis parientes directos no bailan, no toman, no nada. Desconozco de donde me sale la vena dicharachera.

En cuanto nos mudamos a una casa grande quise hacer una fiesta, pero la inminente boda de una de mis hermanas, y el hecho de que nuestras pertenecias seguían en cajas, me negó la posibilidad.

Me organicé mi primera fiesta de cumpleaños un año después (que a la postre serían mis amargos 18). Fue horrible, llegaron únicamente como 20 zoquetes compañeros de Ariadna (mi amiga de la prepa) que se invitaron solos, se dedicaron a tragar los tamales que hizo mi mamá (acabárselos) y acto seguido largarse, yo no conocía a ninguno "¿es cumpleaños de alguien?". Ñoñérrimo y deprimente el asunto. Esa fiesta tuvo como antecedente una espantosa depresión de la que me urgía salir, cosa que pensé podía suceder de un día para otro. En la universidad aún no tenía amigos, era un bicho raro que estaba callada todo el tiempo y pesaba menos de 45 kilos.

A pesar del desastre, un año después lo volví a hacer (terca-terca), esta vez ya tenía amigos en la universidad e invité a cuanto cuate/conocido/ex-compañero de la vida pude contactar. No estuvo tan mal aquella ocasión, hubo comida, música lela y algunos llevaron alcohol. A quien quiero engañar, fue espantosa de nuevo, yo no podía beber a los ojos de mis padres, todos mis amigos formaron grupitos según la procedencia, se aburrieron pronto y todo acabó a la 1 de la madrugada.

Al año siguiente (mis 19) decidí hacer la fiesta en la casa de una amiga, y además junté el festejo con Michele, así la cosa no estuvo tan horrorosa. Fué un éxito, Erika (la dueña de la casa) invitó a sus amigos y aquello estuvo a reventar. En aquellos días yo era una niña sonsa que no toleraba ni un trago de cerveza...Ésta fue mi fiesta sin ser mi fiesta.

La llegada de los veintes fue mejor. Me emborraché con dos chelas y terminé abrazada a un árbol. Hubo mucha asistencia, mayoritariamente uameros. Es casi todo lo que recuerdo, aparte de ver al Rod vomitando unos arbustos (que no eran los mismos que abracé, mi pedez no era tanta). Dicen que en algún momento de la fiesta grité que iba a repartir besos a todo aquel que fuera soltero (borracha-borracha pero siempre respetuosa de lo ajeno). Creo que besé a dos antes de que mis amigos me arrastraran a una recámara a proporcionarme aspirinas y sermonearme con que *esa* no era yo. Infelices.

El veintiuno cayó en lunes y yo era una pobre recién graduada sin medio centavo buscando un servicio social no-esclavizador. Mis padres al día siguiente de terminar la carrera me quitaron todo subsidio, sobrevivía de las limosnas que con lástima y misericordia infinitas mi hermana mayor me proporcionaba. Los veintidós la pasé en chinga trabajando como mula en un proyecto de la UAM y Conacyt (mi primer trabajo-trabajo), así que sólo fue la banda del taller a mi casa a comer tacos al pastor que compramos previamente, pues ese día nos dimos el *lujo* de salir temprano de la chamba...a las once de la noche.

Los veintitrés son recordados por todos como LA FIESTA. Con recursos económicos suficientes hubo chupe, música, y comida hasta el amanecer. Ahora sé que caben más de 100 personas en mi casa. Mis amigos de la secundaria, preparatoria y universidad se reencontraron, los del trabajo asistieron a la primera fiesta comunitaria y todo el mundo fue feliz. Menos yo, a continuación una serie de enunciados incesantes y reincidentes que me dediqué a atender prestamente con la cara más amable que tengo. En otro color está lo que yo pensé (pero no dije) en aquellos momentos.

“Dónde esta tu teléfono” Te acabo de ver hablando por tu celular, encajoso del mal
“¿Tienes un trapo?, ya tiraron chela¿con una sóla chela ya andan perdiendo el equilibrio? ¿qué son? ¿niños de 6 años?-algo que nunca entenderé, ¿porque hay un piso limpio y de inmediato hay una imperiosa necesidad de ensuciarlo?
“ ¿dónde esta el baño?” seguro que no está en la cocina
“¿puedo dejar mi chamarra y la bolsa en tu cuarto?” ¿podrás?
“oye, explícale a mi amigo cómo llegar, te lo paso” ¿y el croquis que mandé te lo comiste?
“no hay lugar en tu calle, ¿dónde se estacionan mis amigos, si es seguro por aquí?” ¿tengo cara de valet parking?
“dónde hay más refresco?” ¿en el oxxo?
“¿dónde compramos chelas?” ¿en el oxxo?
“dónde está el oxxo?” Está a dos cuadras, sobre miramontes, ¿cuántas veces lo tendré que decir????
“creo que tu gato se escapó” ¡----! (infarto cerebral)
“esa vieja me tiró intencionalmente la chela en el hombro” deja de bailar como loca desaforada y seguramente no le tirarás la chela a nadie
preséntame a tu amiga la de rosa ¿no?” es la misma con la que te besuqueaste hace dos meses, idiota
“ ¿no tienes de otra música?” No, por desgracia toda es audible
“¿por qué no pones algo pa'bailar?” porque aquí mando yo y aún no tengo ganas de bailar
“¿por qué no ponen algo más rockeron?” porque justamente, lo acabo de quitar, gracias por llegar a querer hacer TU fiesta a la 1 am
ármate la vaquera para la segunda ronda” ármala tú, inútil, yo estoy buscando a mi gato
“creo que alguien vomitó afuera” No me quieras engañar, sé que fuiste tú
“El baño está está asquerosísimo, puedo ir al de arriba?” Sí, anda, ensúcialo también, ardo en deseos de limpiar doble

La casa quedó hecha un asco, y mi madre me hizo limpiar el baño, que estaba como de terminal de autobuses del sur. El grado de éxito de una peda es directamente proporcional al grado de cerdez que deja en una casa.

Antes de cumplir los veinticuatro años, toooodos mis amigos estaban muy insistentes preguntando que cuando era la “Magni-Chesta”. El caso es que ese año más que ganas sentía OBLIGACIÓN de hacerla. Mis padres me mandaron directito a la fregada en cuanto mis labios esbozaron un *ya se acerca mi cumplea...*. Así que busqué otra ubicación. No sé cómo me pareció buena idea un terreno en Xochimilco. El chiste me salio como en $4000 pesos, había que encarparlo porque es época de lluvias, rentar bocinas, mandar hacer los tamales (en mis fiestas siempre hubo tamales mmmm), comprar algo de chupe, etc. El imbécil que me rentó el terreno no lo cerró completamente y nos moríamos de frío. La novia ebria de un cuate tiró mi ipod y le fregó el lcd (después me compraron uno, pero casi me da un infarto) en ése momento dejé de tomar del pinche coraje. En fin, me libré de andar como guía de turistas en mi propia casa y de tener que limpiar bascas y quien sabe qué más...

El año pasado fui menos espléndida. Una amiga me dijo de un bar dónde podían rentarme la parte superior exclusivamente para mi fiesta. La cerveza estaba en 15 pesos, y en una locación, digamos, *céntrica-sureña*: entre insurgentes y barranca del muerto. Sólo tuve que pagar una botella y listo. Todo iba bien hasta que me dí cuenta que era un lugar fresa a más no poder. El Dj puso todo el pop del momento que estuvo al alcance de sus pueriles manitas. Tres veces le llevé el ipod exigiendo que toooda la gente de la zona de arriba (4/5 partes de las personas que había en el lugar) quería escuchar otra cosa. Ponía dos rolas y regresábamos al mágico mundo RBD. Quise vomitar pero sin una gota de alcohol ingerida, pues algunos de mi confianzudísimos amigos tuvieron a bien acabarse una botella de vodka (la que había comprado para reservar) en media hora.

Algo me dice que soy masoquista de fiestas, prefiero que los demás se diviertan en mi lugar, soy excesivamente servil, me preocupo de forma exagerada por los demás, me estreso. Padezco algo que podría denominarse “mal del hobbit”/“complejo Bilbo Baggins”. Mis fiestas me gustan, pero suelo encontrarles más defectos que virtudes, y me quejo a morir ya pasado el tiempo, en cambio, mis cuates hablan maravillas de tan magnos eventos sociales y esperan ansiosos el del próximo año.

Supongo que el recuerdo de aquel reventón de los veintitrés es lo que me hace querer seguir reuniendo gente en mi nombre. Todos sabemos que un cumple es un puritito pretexto, una fiesta garantiza a los asistentes poco desembolso económico, inmediata admisión al lugar (no hay cadeneros ojetes), y si se puede y la anfitriona es buen pedo, o atarantada como yo, comida gratis.

Ser el centro de atención y que todos te abracen y sean ridículamente amables me encanta, es la única vez en el año que tengo el incuestionable derecho a hacerlo. También reconozco que me gusta que me canten las mañanitas, los brindis en mi nombre, ver a todos mis amigos juntitos siendo todos tan distintos y lejanos unos de otros.

Tal vez ya no organice fiestas como aquellas, soy vieja. Lo que es prudente en gente de mi edad es convocar a los amigos en un bar y tan-tan. Por eso este año decidí hacerlo así. Mi único problema fue que, al ser la primera en llegar y sentirme liberada de dar indicaciones y andar de mesera, tomé muy rápido y desde temprano. Sí, por segunda vez me puse peda en mi cumpleaños, aunque ahora, seis años después, no puedo argumentar una falta de experiencia en el supremo arte del beber. Lo que es aún peor...no recuerdo casi nada. Al igual que los otros años, ellos dicen que se divirtieron mucho...

lunes, 6 de octubre de 2008

Gracias a la vida


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco, (tal vez no tanto)
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo, (aunque sea poco común)
cuando miro el fondo de tus ojos claros.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.


Gracias a la vida que me ha dado tanto.


Hoy es mi cumpleaños, el día está hermoso. Regresé ayer de un viaje corto, pero harto ilustrativo, lleno de recuerdos, nostalgias, alegrías, tristezas. No puedo más que agradecer (no sé a quién, a quiénes o a qué) el poder disfrutar cada día de la vida. Posteo la canción "Gracias a la vida", pues casualmente le gusta mucho a uno de mis tíos, y la veníamos escuchando en la carretera frondosísima, verde, maravillosa, de Guerrero. La escuché mientras veía esos paisajes que tanto adoro...




Últimamente me he dado cuenta que tengo muchísimas cosas por hacer, y hoy que comienza este nuevo año de mi vida, estoy impaciente por llevarlas a cabo. Quiero ser más alegre, más optimista, vivir con menos miedos, con mayor fluidez, sin ataduras, sin prejuicios.

El año que ha terminado me ha dejado mucho, nuevos amigos, a los que agradezco tremendamente esos pequeños ratos de felicidad, risas, anécdotas, y pláticas ingeniosas.

Y a los que han estado conmigo desde hace algunos ayeres, de nuevo gracias, por soportarme, por seguir formando parte fundamental de mi existencia, porque son ustedes los que mejor me conocen, y los amo.

Cada año parece pasar más rápido, pero no por eso menos sustancial.

Gracias. (aunque luego ande renegando...)

martes, 30 de septiembre de 2008

Gélido regreso

La ciudad es maravillosa, pero yo quedé enamorada de la playa. Yo, que siempre había jurado que no era lo mío, que "qué horror cuánta arena", que es imposible nadar, que el calor era apabullante.

Podría definir mi viaje como "Cuenta conmigo" -en la playa- región 4, con los/las protagonistas más creciditas nomás en edad, pero cuasi igual de babotas que Gordy Lachance, Teddy Duchap, Vern Tessio, y Chris Chambers (que era el papel de River Phoenix, yo optimista y gandallamente digo que por equivalencia es el perfil que me correspondería ¡ja!). Es que nos pasó de todo, reímos, lloramos, nos peleamos, desafiamos mil peligros.



(sobretodo porque River Phoenix -tan bello que era- y yo lloramos igualiiito)


No me acostumbro al clima que nos rodea estos días: frío, lluvioso, propicio al moqueamiento. Tengo un síndrome del jamaicón a la inversa: nostalgeo con las vacaciones, quiero ir a comer tacos de camarón, meter los pies en tibias y transparentes aguas, hacer como que nado con pececillos "Dori", tomar chela en el desayuno, la comida, y la cena, hacerme pendeja dizque "filosofando" mientras veo el preciosísimo mar del Caribe, andar caminando por un pueblito en bikini y que no me provoque vergüenza ni desconfianza alguna, tomar fotos hasta de bichitos, viajar en los taxis y platicar con los choferes que tenían acento yucateco y nos hablen de las "bombas" que se se les descomponen a sus autos (¡nos pasó 2 veces!), comer panuchos, cantar en las madrugadas (mientras voy de una ciudad a otra) rolas de José José, Lupita D'alessio, Roberto Carlos, otros cantantes setenteros cuyo nombre no recuerdo pero me sabía las canciones al dedillo, Los tigres del Norte, cantaba lo que trajera de soundtrack el taxista en turno, hice de nuestros recorridos en taxis un jolgorio-karaoke.

¡Quiero regresaaaaaaaaaaaaaaaaar!

Me dí cuenta que en la playa la vida es más sabrosa. Y que no soy alguien sólo de pueblitos y paisajes montañezcos.

En el Defe estoy helada, medio triste, medio alegre, a medias.

Los post-reseñas son harto largos y descriptivos. No sé si subir fotos de su servidora. De regreso, me topé en el werapod (mi ipod, pues) una rola de Dido, que pensé expresaba perfectamente mi sentir: Sand in my Shoes. Ya me dí cuenta que nomás me debería quedar a la mitad. A medias.

martes, 9 de septiembre de 2008

¿Qué será del D.F. sin la Defe?

A veces he pensado en cambiar mi nick por *defectuosa salitrosa*. Si algo va salir mal, no va a resultar ó se va romper, tuve que ver. A veces soy muy torpe y le echo la culpa a una nube maligna que debe rondar mi persona todos los días y a toda hora, lo que es peor, a veces de verdad siento que hay una confabulación de energías universales para amargar mi destino. A pesar de que me digan que hay más probabilidades de morir por viajar en el lomo de un burro que por tomar un avión, yo no lo sé a ciencia cierta. “¿Porqué habría de pasarte a ti?”, yo salgo siempre con la contra pregunta “¿y porqué no?”, bien positiva ésta chica.

Tengo miedo a volar en avión, nunca lo he hecho, y mañana, es decir al rato, estaré trepada en una de esas aves metálicas todas contaminadoras y escandalosas. Y tengo miedo, ¿qué tal si no tiene falange izquierda (chiste pa fans de friends)?...

La otra opción es que a veces puedo ser terriblemente egocéntrica y por eso creo que las calamidades externas son, fueron, serán por y para mí. Cómo el tráfico, y la ilusión de la fila de al lado avanza más rápido, la cajera lenta o torpe es la que me atiende, justo cuando salgo de la oficina empieza a llover, y justo el día que no llevo paraguas y justo cuando llevo los zapatitos beige de gamuza...

También he pensado que el miedo a volar pueda tener un orígen más arraigado en mi psique. No sé, tal vez sólo pase y ni cuenta me dé y tan feliz. Ó tal vez haga un “Marge Simpson” en el aeropuerto.

Voy a la playa, al paraíso donde vive (hasta la próxima semana) mi amiga Ariadna. Será una travesía especial, por que por primera vez después de diez años de amistad, mis cuatro amigas de la freseis y yo viajaremos juntas (ahora que lo pienso es como una forma de festejar), y por que será para despedirnos de Ariadna (a quien cariñosamente adjudicamos el sobrenombre *tontita*) que se marcha a España a estudiar la maestría. Ahorita ya lo digo muy contenta, pero la idea de despedir a mi amiga en aeropuertos cada dos años y saber de su vida por messenger no termina de satisfacerme...la otra es que no soy muy fan de la playa por culpa de mi piel, me pongo rojísima y nunca me pelo, entonces ando por el mundo como de colores: Rojo, rosa, morado, quemado, etc. También me choca planear cosas y hacer itinerarios, soy más de “ahorita se me antoja tal”, y ¿cómo puede uno reservar via web, con qué seguridad?, si no confío ni en las fotos de los menús de los restaurantes, mucho menos en las fotos de las habitaciones de hoteles. El año pasado fuí a Acapulco al hotel...chale no me acuerdo cual, pero era de esos que son cadena y hay mil ocho mil en el país, de 5 estrellas. En la habitación descubrimos cucarachas. Por eso soy más de la idea de ir, ver el hotel, y decidir en la marcha.

También le tengo miedo al mar (chale, qué pinche miedosa soy), no sé nadar. Alguien me dijo que tengo que aprender, no por que sea necesario, dado que mientras no me acerque al agua no corro peligro, sino para aprender a no querer imponer mis ideas y control sobre los asuntos de mi vida en los que no decido yo. Esa persona me dijo que era muy *mental* y que mi constante (y castrante) ir y venir de ideas no me dejan soltarme y dejarme llevar por la corriente...

Ayer por la tarde fui de compras y sufrí. ¿Quieren ver como enloquece una mujer y se instala en un mal humor cuando va de compras?, llévenla al área de trajes de baño. Qué suplicio más abominable. Pocas veces me he quejado de mi peso, soy delgada, no flaca, el haber practicado de niña/puberta un deporte de algo me sirvió, el ser vegetariana también, pero qué horror, qué fatal me siento en traje de baño, cosa que no sucede con ningún otro tipo de vestimenta. Los hombres la tiene taaan fácil con eso. Es que parece que todos los jodidos trajes de baño para mujeres estuvieran diseñados para que a la de a huevo tuvieran que verse *sexys*, vamos, hasta lo nauseabundos en colores y estampados parecen gritar “quiero verme sexy y que me voltees a ver”. Me compré los que pienso, creo, no me hacen ver mal ni llaman la atención, y dicen “yo vengo a disfrutar la paz de estas playas”, pasar desapercibida, pues. Chale, ¿porqué tantas mujeres tenemos esas inseguridades tan horribles con nuestro físico? (nota bloguera: tema para otro post).

Ni modo, pasaré el grito en plena playita, con sol, arena, mar, música lánguida y sensual...Ojalá y no se agarren mucho del chongo nuestros políticos con lo del grito. Es una tradición Porfirista (que se lleve a cabo el día 15 en la noche), no sé qué tanta pelea con eso si la historia oficial de la Sep ha satanizado tanto-tanto a Díaz (era un cabrón, pero ¡qué cabrón!), ya, regrésenla al 16, o que uno grite el 15 y otro el 16 y tan tan. ¿Se han fijado que cada presidente da el grito según cómo está su sexenio?. De de la Madrid no puedo opinar porque apenas lo recuerdo, Salinas de Gortari con más enjundia que lo que su delicada y esmirriada voz nos hicieran suponer, es que estuvo actuando todo el tiempo el muy culero; Ernesto Zedillo lo hacía fatal, hasta nervioso, sin ganas, muy “X”; Vicente Fox...tan grandote y tan chillón, se le salían los gallos, ¿no que mucho vozarrón?, y con la Marth'ita ahí, tan cerquita, casi calléndose del balcón; y...y... ah sí, Felipe Calderón...este...ejem...¿ha dado algún grito?...

Vuelvo en un parpadeo...

jueves, 7 de agosto de 2008

Mil novecientos sesenta y ocho

El gran año. Paralelamente a los sucesos acaecidos en el mundo, en México se distinguen dos, contradictorios. La olimpiada de la paz. El genocido cobarde.

Hace poco fui al Museo de Arte Moderno, visité la exposición "Diseñando México 68: una identidad olímpica". Había un mapa que mostraba al DeFe de ése entonces, qué pequeño se veía. Limpio, menos poblado, vintage. Sin esperarlo, me invadió una nostalgia por lo desconocido. ¿Cómo puedes añorar una ciudad que no conociste, un tiempo no vivido, una época en la que no estabas ni en los planes de dios?.

Fueron los primeros juegos en los que se incluyó una olimpiada cultural (ahora sería inconcebible tal desapego), que tuvieron simbología, que se transmitieron a todo el mundo. Los mexicanos la tenían difícil: " Toda la prensa europea se pregunta cómo ha sido posible que el Comité Olímpico aceptara que tantos deportistas sean expuestos a condiciones tan poco frecuentes. Ya se formula la exigencia: ¡Quítenle a México los Juegos Olímpicos!”. Ja, tarados. Resultaron un parteaguas en la realización, un hito en la creatividad de su diseño, atletas rompiendo récords mundiales que se mantendrían por décadas. Es obligado como diseñador ir a esta expo (y como defeño también).


No sé, me dió también esa onda de orgullo-gusto-¿vencomosipudimosybienchido,putos?. Algo que también descubrí es que toda la tendencia diseñística del logo y parafernalias similares no surgen exclusivamente del op art (lo que ignorantemente pensé desde la universidad), también lo hacen de los coloridos y contrastantes diseño de arte huicholes. Un mestizaje de estilos.

También caí en la cuenta de la cantidad enooorme de construcciones que se llevaron a cabo...y que llevan los nombres de los niños héroes... Gimnasio "Juan de la Barrera", Alberca Olímpica "Francisco Márquez", Palacio de los Deportes "Juan Escutia", jamás hice esa lógica relación, del último ignoraba el nombre original.

Quedé maravillada. Oía las fanfarrías que se compusieron especialmente para los juegos, videos de las competencias, fragmentos del documental "Olimpiada en México" (el único de esta índole nominado a un Óscar), la certeza de saber que más que millonarios patrocinadores (que en lo absoluto tendrían que ver con el deporte -¿coca cola?¿mcdonalds?-), que ciudades de opulentos países, que amañadas triquiñuelas para lograr la elección, ésta se logró a base de creatividad, esfuerzo, y buena :

"México desea mostrar al mundo su rostro contemporáneo, y anhela que los Juegos que organiza sirvan de punto de partida de nuevas experiencias para futuras sedes. Con el conocimiento mutuo, la fraternidad y la amistad, los jóvenes de los cinco continentes alcanzarán una estrecha relación que les hará sentir el respeto que merecen todos los hombres. Una mayor proyección espiritual: hermanar el arte y el deporte, el cuerpo y el intelecto. Juegos Olímpicos del Deporte, de la Cultura y de la Paz."

Arq. PEDRO RAMIREZ VAZQUEZ, Presidente del Comité Organizador.

Mientras continuaba fascinandome con la exposición, un video donde "Cantinflas" regañaba a una mujer por tirar basura a la calle y le decía que debíamos dar nuestra mejor cara, enseñarle al mundo un país lindo y educado...acto seguido, empezaba otro anuncio de la misma factura, pero en ésta ocasión Canti reprendía a un hippie, argumentando con las mismas oraciones, pero haciendo hincapié de "esos pelos", "esa ropa", "esa rebeldía"...A la par de mi descontento ante la "ingenua" y "sutil" intolerancia hacia los jóvenes del país, comenzó la proyección del discurso inaugural del gorila infeliz que fungía como presidente es ése entonces (del cual no quiero ni mencionar el nombre)...Sólo eschuchar el mediocre tono de voz me revolvió el estómago. Y luego, una imagen que me confundió:



De ninguna forma éste cartel me remitió al deporte olímpico de "Tiro"



El otro sesenta y ocho emergió en mis pensamientos.

La primavera checa, el mayo francés, los jóvenes del mundo y su poesía, sus sueños, sus ideales, sus protestas:

"Seamos realistas, exijamos lo imposible"

"Están comprando tu felicidad. Róbala."
"Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar."
"Somos demasiado jóvenes para esperar."
"Las paredes tienen orejas. Vuestras orejas tienen paredes."
"No es el hombre, es el mundo el que se ha vuelto anormal"
"Pensar juntos, no. Empujar juntos, sí."
"Prohibido prohibir. La libertad comienza por una prohibición."
"La vida está en otra parte."
"La imaginación toma el poder."
"No puede volver a dormir tranquilo aquel que una vez abrió los ojos."
"Abajo el realismo socialista. Viva el surrealismo."
"Cuanto más hago el amor, más ganas tengo de hacer la revolución.
Cuanto más hago la revolución, más ganas tengo de hacer el amor."
"No se encarnicen tanto con los edificios, nuestro objetivo son las instituciones."
"Un pensamiento que se estanca es un pensamiento que se pudre."

Y surgió, mucho más fuerte y cercano, el dos de octubre.

En la conmemoración del treinta aniversario de la matanza de Tlatelolco, invitaron a una mesa redonda en el auditorio de la preparatoria seis (la freseis, pues) a algunos estudiantes que estudiaban ahí en 1968, entre ellos Paco Ignacio Taibo II. Ni la mitad del auditorio estaba ocupado (a diferencia de cuando el equipo profesional de los Pumas iba a recibir a los de nuevo ingreso). Yo me encontraba entre los que acudieron a esa cita, aún no cumplía 16 años e iba en sexto (él estaba también). No valdría la pena que con mi poca elocuencia tratara de resumir la narración de los ponentes. Justamente, me encontraba muy clavada con textos de la materia de "Ética", estaba estupefacta al comprender que los jóvenes de mi generación estuviéramos tan pasmados, tan cómodos, tan enajenados, tan en la idiota. Trataba de imaginarme viviendo en el 68, no en el indiferente 1998. Cuando comenzó la serie de preguntas, algunos estudiantes salían con ocurrencias como "¿y cómo era la escuela?", "¿No los regañaban sus papás?"...Yo me armé de valor y salí con la mía: "¿Porqué creen que los jóvenes de hoy estén tan muertos en vida (válgame), que no exista una genuina preocupación por la política nacional, por la crisis social, por la pobreza extrema, por volvernos un cambio...si los jóvenes de México estamos como zombies, qué podemos esperar de los adultos, porqué nadie hace nada, porqué todos se callan, porqué Acteal, porque no resurge ese espíritu arrebatado y revolucionario, yo contemplo a mis compañeros, y observo más preocupación por vanalidades, nadie se inmuta ante la injusticia (y entonces voltee a mi alrededor y ví la cara de desaprobación de muchos estudiantes, y opté por terminar) porqué?...Lo único que podía sentir en ese momento era el enrojecimiento de mis mejillas y el temblor de mis manos, tanta fue mis pasmación que no logro recordar bien a bien qué me contestó Paco. Si acaso las frases "creo que no es una pregunta lo que dijiste, es una queja", "la gente está demasiado cómoda", "la situación no es la misma, ya no existe tal represión, ustedes gozan ahora de más libertades gracias a ése movimiento"...De hecho hubo algunos chavos que empezaron a decir que ellos no eran así (¿porqué la gente suele ponerse sacos que no le tocan?), que estaban "vivos", que para nada se sentían cómo "zombies", porque sí respiraban y caminaban e iban a la escuela... (chale, ¿ya en la preparatoria y no detectaban metáforas?).

Al salir del auditorio las miradas lascivas continuaron, pero mi profesor de ética, Andrés L., fué a hablar conmigo, de alguna forma me felicitó, y me dijo que estaba en lo correcto, pero que no esperara que los demás recibieran con gozo una correcta observación que ni siquiera podían entender. Mario y mis amigas también me echaron porras y diciendo que había sido muy valiente por expresar lo que tanta molestia me causaba. En realidad me sentía muy abochornada, me había exaltado en demasía.

Un par de días después comenzaron a organizar la marcha del dos de octubre, yo estaba más que dispuesta a ir. Era un día lluvioso. De pronto comencé a ver el contingente que se reunía. Los pseudohippies que por increíble que parezca, eran los más fresas de la seis (y eso es muuucho decir). Los que marginaban, los que se sentían parte de un "cambio" por no entrar nunca a clases, no abrir un libro, y tomar chela/fumar mota desde los 14 años. Los que estaban en "la lucha del pueblo", pero vestían pandrosas ropas carísimas y de marca. Los que trataban a los inadaptados (como yo) peor que escoria, porque no éramos populares, no andábamos en raves, no teníamos nave, no teníamos 3 novios, etc. Los que empezaron con la modita de terminar y empezar cada frase con la palabra "güey". También reunidos ahí estaban los más desmadrosos. Los que llevaban 6 años en la prepa, repetidores por gozo, los que no podían hilar una sola plática, no digamos inteligente, congruente (los cuales sospecho que ahora engrosan las filas de algunos partidos políticos). Empecé a escuchar en mi radio que otros grupos estaban causando desmanes en el centro: pintando (no las maravillosas frases de arriba) improperios pendejos y garabatos ininteligibles, saqueando comercios, secuestrado camiones. Sí, no estaba ni cerca del sesenta y ocho. Y me dí cuenta que para ellos, la marcha, la protesta, los ideales, no eran mas que un pretexto para: Su diversión. Su vacío desgarramiento de vestiduras. Su presunción. Decidí no ir a la marcha.

Desde entonces quedé desencantada. A pesar de lo que he leído y visto, aún no comprendo muchas cosas de ése movimiento estudiantil, me habría encantado ser una joven en esos días y haber estado ahí para saber de primera mano, sin nostalgias, sin manipulaciones, lo que realmente pasó, y sí de verdad estamos tan lejos de la circunstancias políticas y sociales que le dieron lugar. Hoy, la vida política de México parece una competencia para ver quien es más radical ante una postura. No existe el diálogo objetivo y sin insultos.

Parece que nunca más se gestará una unión civil como la de aquel prodigioso año.

lunes, 4 de agosto de 2008

Buenas nuevas de harta felicidad

Agosto no es un mes que me agrade. Contiene fechas tristes para mí. Sin embargo, me propuse que en el 2008 sería diferente, que no miraría nostálgica, autocompasiva, ni dolorosamente hacia el pasado.

Para empezar, el primer día festejamos la vida de una de mis mejores amigas, su cumpleaños. Hemos tenido dos peleas medio extrañas, precisamente porque somos muy próximas. Es más difícil tener rencillas con la gente que es ajena. Ella, lejos de ser egoísta, eligió una cantina de coyoacán donde se puede fumar (tiene un patio protegido con una lona) pues sabe que a todos nosotros -los viciosos- nos ha traído en jaque la chingada ley (yo sigo exigiendo la apertura de bares para fumadores). El lugar me gustó tanto, que seguramente convocaré próximas reuniones allí, nada como conbeber mientras se escucha un trio (musical, que conste). Me he dado cuenta que soy del tipo borracho feliz que se siente medio cantante y se azota con canciones populares llegadoras de antaño (que son las únicas canciones llegadoras que existen, las de hoy me provocan más bien risa penosa). Me las sé todas, y las canto desgarradoramente mientras sostengo mi cerveza, mediando entre lo cómico y lo festivo. Eso sí, las de Javier Solís me son sagradas...y en esas me turno más respetuosa y ácidamente solemne. Para mí es el mejor cantante de música *mexicana*, qué voz, qué actitud, qué todo. Creo que desde niña tengo un crush con él, a mi madre le encantaba y constantemente lo escucha. Creo que mi madre también tiene un crush con él. Esa noche culminó espléndidamente.

El sábado me puse infructuosamente a cocinar. Botana, una simple botana. Mi madre tuvo que ir en mi auxilio. Mi amigo Rodrigo decidió matar dos pájaros de un tiro: bautizar a su Rorrita y matrimoniarse el mismo día. Unos amigos y yo organizamos una pequeña reunión a la que le pusimos el título de *despedida de solteros*, pero en realidad era por el puro pretexto de reunirnos y que los novios no salieran con que *no les organizamos nada, pinches amigos pasados de lanza*...

Me enferman ese tipo de fiestas, no les encuentro el porqué. En el caso de las despedidas de solteras la cosa se pone peor, son casi vomitivas. Se dividen en dos, las noñas donde tus tías, primas, madre y abuelas te dan *consejos* de la vida matrimonial (como si la gente experimentara en cabeza ajena), mientras desfilan una serie de juegos idiotas y machistas. Por otro lado están las despedidas *subidas de tono*, en ésas, no están ni las abuelitas, ni las tías, ni las mamás (a menos que la familia de la novia no sea una típicamente mexicana), sino las primas y amigas desparpajadas que contratan a un stripper o se lanzan a un chipandale. ¿Alguien me explica qué le ven de sensual a un güey moviéndose cómo mujer (es que esos movimientos caderiles sólo se ven bien en una mujer, digo yo)?, y eso sin mencionar el ya conocido aspecto de estos muchachos...ponchados pero federales. En el caso de las despedidas de soltero la cosa es muy distinta. Tal vez sea por ello que me cagan esas pinches *celebraciones*, son injustas para mi género. Una verídica despedida de soltera debería incluir a los amigos de la novia, y llevarse a cabo en un bar lleno de hombres guapetones que olieran maravillosamente y cuyo trabajo consistiera en lanzar miradas coquetas a la novia en lugar menearle el pito a 2 cm de la cara.

Ni Rodrigo ni su novia han sabido llevar bien la penosa situación de *boda auspiciada-patrocinada*. Lo que comenzó como un entusiasmo exagerado por ser elegidos como padrinos de su retoño, se convirtió en un encaje aún peor que el del güey que quería que nos pusiéramos con las chelas para su boda. Pero por lo menos el Ro es mi cuate de muchos años, y digamos que estuve más dispuesta a apoyarle, idea que no todos mis amigos comparten, por lo que no estábamos muy emocionados a la hora de organizarles la mentada despedida de solteros, para algunos resultó un fuerte gasto el patrocinio.

El convite resultó relajado y ameno.

Durante el domingo todo parecía normal. El paseo por el tianguis, el tlacoyo de nopales como desayuno. El agua de horchata que ayudaba a calmar la leve sed de una cruda mínima. Un día ordinario hasta las siete de la noche. Dejó de serlo porque me enteré de la inminente existencia y próxima llegada de una minúscula criatura que vive ya en el vientre de mi hermana. Yo, sé que veces pierdo la en el género humano y que de pronto me veo en los límites de la misantropía ordinaria, sin embargo, me siento feliz por la Fabiola y su mareado, no puedo pensar en otros más indicados para desempeñarse como padres. Estamos hartísimamente contentos.

viernes, 20 de junio de 2008

Calladita me siento feíta

Ayer platiqué de tantas cosas, con gente tan diversa, toda una noche de jolgorio. Resultado: estoy afónica. Durante un corto periodo de tiempo no pude hablar, me dolía horrores la garganta. He padecido un poco esta semana de tos seca, soy fumadora, hay mucha humedad en el ambiente, mi padre estuvo enfermo y nos contagió, son los factores que me llevaron a andar de tosijosa.

Para mí el no poder hablar es...trágico. Siendo bien exagerada y dramática, con harto dolor escupí las palabras: "esto es lo peor que me puede pasar". Lola dijo que para ella sería dejar de ver. Perder cualquiera de nuestras capacidades o sentidos implica un una frustración que no puedo comprender. No sé distinguir que me sería peor, dejar de ver, de oír, de hablar, caminar...

Por ahora sé que permanecer en silencio es frustrante. Soy muy contestona, debatiente, y exhibicionista con la boca (no por nada es uno de mis apodos: boca). Siempre brinco cuando no estoy de acuerdo con algo y mi boca comienza la descarga de proyectiles sonoros.

Lo positivo del asunto es que hoy no marearé a nadie con mi constante parlanteo.