martes, 16 de diciembre de 2008

Envidia

Hace poco mi mejor amiga, su hermana, y otra amiga, me pidieron suplicantes que corriera a su auxilio. Estaban montando una pastorela, y algunos de los actores que representaban a los pecados capitales desertaron a medio camino.

"Ándale, por favor, sé la envidia"

Este no es el momento para que explique porqué mis amigas montan una pastorela, ni porqué yo había participado en mi adolescencia en algunas, la última vez que "actué" en una fue en el lejano 2001.

No me sentía identificada con la envidia, otra historia sería personificar a la "ira", la "pereza", la "soberbia", o la "gula", me son pecados más representativos y confieso haberlos cometido...pero ¿la envidia?, no pensé que fuera un "pecado" en el que hubiera incurrido. Grave error.

Ahora lo sé, soy envidiosa. Si una de las facetas de la envidia es desear lo que otros tienen (otra es entristecerse por el bien, o alegrarse por el mal ajeno), tal vez de allí venga mi frustración, mi bajo umbral ante la frustración.

Yo envidio a la gente con inquebrantable, admiro que puedan creer, caer, y volver a creer, y depositen todas sus esperanzas en una frase, en una imagen. Cuando a los ciclistas peregrinos que recorren cientos de kilómetros por la en la vírgen de Guadalupe, con la ilusión de que los escuche, que una deidad los conforte, porque creen en algo que los une y los entiende, alguien a quien pueden exigirle, suplicarle, llorarle, entregársele, lo envidié. Envidio a los que creen en Dios (o cualquiera de sus formas) sin vacilar un instante.

Yo envidio la levedad, la de las personas que pueden ser desapegadas, las que no se sienten responsables de sus actos, las que se toman todo a la ligera, las que olvidan, las que superan, las que gritan fácilmente a los cuatro vientos un amor, y tres meses después gritan entusiastas otro nuevo y más excitante que el anterior, las que pueden separar el sexo del amor y la amistad.

Yo envidio a la gente que sabe lo que quiere y lucha por ello, a aquellos que al igual que un peregrino, recorren largas distancias sólo por estar con la persona que quieren, por la promesa de un amor lejano y sólo posible ante el sacrificio.

Yo envidio a la Olga del ayer (no la breeskin, no, esa no), idealista, optimista, y alegre. Últimamente he tenido que dejarla salir un poco , me revienta que me perciban deprimida y "ay pobrecita", "ya verás que pronto pasará", "pero si tienes taaaantas cualidades", "mira a %%%% él está peor " (¿porqué la raza humana parece vanagloriarse y sentirse feliz al percibir que hay alguien que está más amolado?, a mí eso me entristece aún más), entonces, esas personas que están lejos de mí no perciben tal depresión: "¡ella siempre tan bromista y parrandera!".

Envidio a la gente que a pesar de la depresión puede seguir con los planes que tenía programados y eran importantes. El no poder organizar el viaje que era urgentísimo...entre freelances chafas-encargados por zoquetes ineptos y encajosos- por los que no obtuve ni 5 centavos, trabajo de la oficina que era impostergable pero que al final no lo fue tanto y...y...y eso, de lo que no hablo claramente y sólo encripto. Me siento la basura más vil por no hacerlo, me siento egoísta, pero no de ése egoísmo que he dicho desear.

19 comentarios:

Eric Uribares dijo...

mmm, no me gusta eso de que la Defe finja estar contenta, si te sientes triste pues tienes todo el derecho, sentirse así de vez en vez me parece lo más legítimo y sensible del mundo, como si las cosas estuvieran para andar con la sonrisa de oreja a oreja siempre y en todo momento, como si la Chingada no tuviera derecho de cargarnos consigo cuando se le de la gana, como si la tristeza fuera algo ajeno a nosotros.

te mando un beso reina.

Fer V dijo...

Mira...

Sí, justo cuando empezaste a relatar -"Ándale, por favor, sé la envidia"- me pareció el papel justo para ti, sí, DeFe ¡es la envidia!

Y conforme sigues relatando confirmo mi impresión ¡eres la envidia!, pero difiero de tu opinión.

¡Eres la envidia! Pero no por envidosa, sino, definitivamente, por ser objeto de envidia, por ser envidiable.

¿Qiuén admite admite abiertamente algunas faltas, sin buscar redención, sin justificarse?

¿Quién reconoce lo que anela de otros sin expresar odio?

¿A quién conmueve la desgracia de otros y piensa y planea ayudar auténticamente a los más desafortunados? ¿Y quién admite una derrota temporal cuando la tarea la abruma?

¿Quién sonríe ocasionalmente, no por aparentar una vida perfecta sino por no incomodar a quienes la rodean?

¡Te envido!

¡Vamos! Se necesita valor para reconocer faltas y defectos. Eres auténtica ¡y tienes sentimientos de verdad! No te pareces en nada a gente que conozco, gente de plástico con sentimientos sintéticos, gente que te sonríe y te tiende una mano mientras que con la otra ¡te clava un puñal por la espalda!

¡No desesperes, no te rindas! Tienes mucho que se te pueda envidiar y mucho por que sentirte orgullosa ¡mucho más que mucha gente!

Y ese viaje urgentísimo sigue pendiente, nunca es tarde ¡ni menos urgente! Organízate y empieza a actuar que se tiene que hacer antes que termine el invierno. Y te lo voy a seguir recordando y ¡se va a hacer el viaje! Aunque yo tenga que... ¡lo que sea necesario!

Anda que también cuando quieres sonreír lo puedes hacer sinceramente, entonces:



¡Sonríe!

Kix dijo...

Mi querida Defeña (no sabía que te llamas Olga, pero anyway creo que te seguiré diciendo Defeña): percibo mucha fuerza en tus palabras, pero al mismo tiempo mucho coraje y podría decir que hasta enojo. Yo comprendo que suele ser bien desesperante de pronto que todo mundo a tu alrededor te dice que todo está tan excelente que es imposible que una se sienta mal. Y aquí es donde estoy completamente de acuerdo con Isteri, ¿por qué tienes que mostrar siempre la mejor de tus caras? No, a mí mi shrink me dijo que eso de dar una imagen de fortaleza inquebrantable termina dándonos en la madre. Si quieres llorar, llora, si quieres reir, rie, son parte del ser humano, y así como seres humanos es que a tu alrededor te aceptan.

En fin, te mando un abrazote niña, me caes re-bien.

Anónimo dijo...

Se nos olvida que tu estas en otra computadora y que nos haces leer entre lineas.

Asi es esto de las gelatinas

GERMÁN DIEGO dijo...

Esa mi Salerosa

Egoísmo, envidia,.. ¿Que seguirá?

Es chido saber que tienes esos sentimientos a veces nos olvidamos de que las personas a nuestro ciber-alrededor tiene momentos como los que ahora estas pasando, es por eso por que ahora están pasando, pasaran, lo mas agradecido creo yo, es que sin tener un nabo de idea de quienes somos los que te visitamos nos tengas la ciber-confianza para confesarnos lo que te sucede.
Muchas gracias.

coincido con kix, y mucho gusto Olga.

En lo que se refiere a la envidia lo mas gratificante es lograr por uno mismo esos deseos ya que si uno los mira de lejos pueden ser muy deseados y a final de cuentas a la mera hora no son tanto por que no salen de uno mismo.(Son cosas que uno ve en otras personas y que tal vez a ellos les venga ben o las disfruten, tal vez a uno no)

Es mas nocivo convivir con personas envidiosas que pasan por encima de los demás para lograr metas, que son copia de otras personas y no propias, duele cuando por envida te dañan.

Ándele mi Salerosa no deje que se le suban los imecas a la cabeza y al alma, trate de sacar la contaminación o por lo menos hay que hacer la verificación. espero y no tengamos que llegar a la contingencia.(Chale! yo no se por que hablo de esto si ni carro tengo, ¿sera la envidia de no tener uno?) en fin.

Un Abrazo fuerte.

Emilio M O dijo...

Creo que has dado en el clavo, te diste cuenta que no somos robots, sino que somos una mezcla de sentimientos, mejor dicho "una maraña de contradicciones". Y pues reconozcamos que la envidia venia en todo el paquete. Es ademas creo un método de crecimiento, si envidiamos algo es porque en realidad aspiramos a eso que envidiamos y haremos lo necesario para lograr ese objeto de nuestra envidia.

Ahora y siguiendo uno de tus ejemplos, de verdad crees que todos los "guadalupanos" hacen sus mandas y peregrinaciones de forma desinteresada. Crees que las personas que no se hacen responsables de sus actos son mas libres por ser desapegados de su "Conciencia" aquella que nos dice que esta bien y que mal.

La Olga de ayer es el cimiento de la Olga de hoy, y para bien o para mal los cimientos siempre quedan bajo tierra dando paso a la hermosa construcción que todos vemos.

Estas en todo tu derecho de dejarte caer, de estar triste, lo que no es justo es que no intentes levantarte.

SalU2, Un abrazo y un besotote

Exenio dijo...

Si les hace falta el personaje del "miedoso" en la pastorela, no duden en llamarme (envidio a quienes ya tienen un papel protagónico)

B West dijo...

todos albergamos en nuestro existir todos los pecados capitales

:)

Unknown dijo...

yo envidio como escribes...

Sascha! dijo...

Y yo admiro a alguien que es capaz de admitir que envidia algo...

Soy tu fannnsss más que ayer!

.miss sunshine. dijo...

tmb t corroe la envidia!? chocalas...
--defeña salerosa-- hahaha, ta chipocludo tu nombreito

Lata dijo...

Yo también soy una envidiosa. Y una iracunda, glotona, lujuriosa, ególatra, vanidosa (cuántos me faltan??)...una pecadora, pues.

Ni modo. ¿Me tengo que confesar? No lo creo.

compañera envidiosa, vayamos por el mundo, envidiando de vez en cuando. De tanto envidiar, llega un momento en que se te quita, y te das cuenta de que todo eso que ves en los demás, en realidad sí lo tienes en ti misma... o que, quizá, tienes otras cosas.

Pero somos humanos y está poca madre también sentir estos monstruos... Es parte de nsotros.

cu on saturday.

Anónimo dijo...

ah canijo!!! hasta que leí tu post no me habia dado cuenta de lo envidioso que soy.

El hombre del traje gris dijo...

Creo que el exceso de levedad es malo, al igual que la obcesion. No se puede vivir con una actitud tan valemadrista, al menos por lo qeu yo he visto ese tipo de personas terminan con una depresion o una inestabilidad cañona y al final se sienten solos, aunque realmente tengan a alguien a su lado que les quiera.

Y pues asi es esto del abarrote...

El hombre del traje gris dijo...

chin... que faltota de ortografia :S... esta cosa deberia dejar corregir :S

Jo dijo...

a todos nos llega nuestro pecado...
algunos musicales , otros culposos, seguro que hasta en comentarios
algun envidioso nunca ha faltado a poco no?¿

Anónimo dijo...

Nada que ver con tu post, pero ya terminé Tokio Blues y me gustaría que intercambiáramos apreciaciones. Date una vuelta por mi blog, y me comentas. Tnx.

Fer V dijo...

¡Feliz Navidad!

jonacatlan dijo...

en verdad que tu post me llega defe, insisto, tu debiste ser escritora en vez de diseñadora. por eso amo tu blog!!

pues que te puedo decir, yo ando en las mismas que tu, quisiera darte una opinion pero al leer tu post lo unico que vino a la mente fue "definitivamente me queda el saco".

gracias por hacer este post, es una catarsis para mi.


saludos y feliz navidad para ti y tus seres queridos!!!

pd. (yo si se tu nombre completo ¡jeje!)